Se trata del modelo XC90 que Volvo ha desarrollado y que tendrán un costo al público de $46.900 en los concesionarios de Estados Unidos. La empresa automotriz originaria de Suecia ha confirmado que ha desarrollado este modelo en colaboración con los ingenieros de Uber para poder lograr un producto con el que estuvieran satisfechos y que, además, les sirviera como modelo base para seguir desarrollando una línea de vehículos autónomos de cara a lo que prevén será la tendencia en los próximos cinco años.
Uber por su parte se encargará de dotar a estos automóviles con sensores y un software propio que les permitirá moverse sin la dirección de un conductor y que garantizará que el viaje se dé cumpliendo todas las condiciones de seguridad y que minimizará al máximo los riesgos de accidentes. La totalidad de la flota adquirida por Uber terminará de llegar a sus manos en el 2021, convirtiéndose así en la primera compra comercial de un proveedor de transporte compartido a Volvo, lo que implica un salto de confianza enorme para el fabricante sueco.
La app preferida para movilizarse
El crecimiento de Uber no ha parado desde que la empresa lanzara al mercado su aplicación en el 2010, y este crecimiento no ha estado exento de polémicas. En Barcelona o Madrid, por ejemplo, donde encontrar aparcamiento en la estación de Atocha, en el centro de la ciudad o en lugares concurridos en ciertas fechas como el estadio Santiago Bernabéu es una tarea que requiere varios minutos del día, Uber se presentaba como una alternativa viable para aquellos que necesitan desplazarse con prisa, pero la aplicación fue suspendida en el 2014 por ser considerada una competencia desleal para el gremio de taxistas.
Esto no fue impedimento para que proliferaran numerosas aplicaciones parecidas que prometían ofrecer lo mismo, pero ninguna ha logrado tener el alcance que Uber ha logrado tener en tiempo récord a nivel mundial. A pesar de toda la polémica en la que se ha visto envuelta, esta app ha logrado causar cierto impacto positivo, sobre todo en lo que se refiere a asegurar un empleo rentable para un amplio sector de la población que se encontraba sin empleo antes de empezar a usarla.
Este aporte quedará en entredicho al empezar a implementarse los vehículos autónomos, pues justamente lo que busca Uber es reducir su plantilla de conductores ya que actualmente la inversión más fuerte a la que se ve enfrentada la aplicación. Habrá que esperar a ver cómo le sale esta jugada.