Se trata de una iniciativa holandesa que permite utilizar los aseos por 60 céntimos. A cambio el visitante obtiene un ticket de descuento por el mismo importe que puede canjear en la tienda asociada a los lavabos.
Los baños están ambientados con música, accesos habilitados para minusválidos, espacios para familias y una tienda con artículos de tocador, bebidas y regalos. Los lavabos cuentan con griferías electrónicas y las paredes están recubiertas de fotografías. Todas las instalaciones están construidas con materiales sostenibles y cuentan con diseños para el ahorro de agua.
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