El reparto de votos en las últimas elecciones para elegir al
coordinador general de IU reflejó la fractura que hay en el seno de IU
Comunidad de Madrid, con una mayoría ajustada del 51 por ciento para
Eddy Sánchez, y el 49 por ciento restante repartido entre la candidata
Esther Gómez de la corriente Cambiar IUCM, y el 13 por ciento de Frente Amplio,
encabezado por Tania Sánchez. Este fin de semana volverá a visibilizarse
esta división durante la Conferencia de Organización y Finanzas
convocada por el partido, a la que ese "49 por ciento" no asistirá, como
han anunciado estas corrientes. "Creemos que vendrá más gente de la prevista, cada asamblea tiene que decidir si acude o no, más allá del anuncio que se haya hecho", contemporizan desde IU.
Nadie habla de escisión y ambas partes tienen intención de seguir
dialogando para acercar diferencias a partir del lunes, tras el fin de
esta conferencia, que los críticos han impugnado al considerar que no
cumplía los estatutos y que no garantizaba una justa representación de todas
las partes, aunque según Daniel Morcillo, coordinador de Presidencia de
IU, la Comisión de Garantías dio vía libre esta semana a su celebración,
al considerar que estaba convocada conforme a las normas del partido y que hay presencia de todas las corrientes.
Por su parte, Cambiar IUCM y Frente Amplio han convocado para la tarde
de este viernes una asamblea abierta a la militancia de IU.
El concejal en el Ayuntamiento de Madrid, Jorge García Castaño, de Cambiar IUCM, apunta a dos razones para explicar estas diferencias en el seno de su partido: "la forma de encarar el diálogo con la gente de fuera" y "la democracia interna, que ha sido un problema desde hace mucho tiempo". "Hay diferencias de entendimiento entre las dos almas de IU, que ahora están muy polarizadas. Algunos entendemos que la movilización es una herramienta para conseguir objetivos políticos y y otros creen que es un fin en sí misma", expone Morcillo.
En la conferencia de IU de este fin de semana se aprobarán nuevos estatutos, que según Morcillo recogen las demandas de las otras dos corrientes, que, en principio, no estarán presentes. Los cambios afectarán a los procesos para elaborar candidaturas y órganos de dirección, y a la gestión de la cuentas para que sean más transparentes. "Avanzar hacia ese componente más social que hemos dejado de lado en los últimos años", es otro de los objetivos que se plantean con los nuevos estatutos, según Morcillo. Ahora bien, se aprobarán sin la presencia de la otra mitad de IU. "Esperamos que no haya cambios irreversibles y que haya sensatez", comenta, por su parte, Castaño.
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