Desde su llegada a las alcaldías de los grandes municipios del sur, los nuevos alcaldes del Partido Popular se han esforzado en poner sobre la mesa las cuentas que han heredado de sus antecesores socialistas. Según sus cálculos, los gestores del PSOE han dejado municipios como
Alcorcón, Leganés o
Getafe han dejado las arcas hechas, literalmente, unos zorros. En total, calcula el PP, entre el antiguo 'cinturón rojo', del que hoy solo queda
Fuenlabrada, y otros 23 municipios conquistados por el PP el pasado 22 de mayo, los socialistas han dejado a deber
1.312 millones de euros. Fiscalizar la deuda no sólo está bien moralmente, sino que es exigible y necesario de cara a la transparencia con los vecinos. Sin embargo, el PP ha pasado de puntillas por la deuda de sus grandes enclaves. Que
Alcalá de Henares deba 80 millones de euros no es baladí. Tampoco que
Móstoles, la ciudad más grande después de la capital, supere los 95 millones. Aquí, tanto Bartolomé González como Esteban Parro deberían dar un paso al frente y explicar cómo se ha llegado a una situación que restrige sus inversiones y que necesitará de planes de estabilización a largo plazo.
