La Fundación Mapfre acaba de inaugurar 'Estampas porteñas', una muestra fotográfica del artista argentino Facundo de Zuviría, cuya pulsión vital ha sido fotografiar su ciudad natal: Buenos Aires. Cuando en 1983 decidió dedicarse a este oficio, una de sus primeras intenciones fue formar un archivo de imágenes de la capital argentina a raíz de su participación en un programa de cultura en sus barrios. El proyecto no llegó a concretarse, pero desde entonces no dejó nunca de capturar sus calles, fachadas, patios interiores, escaparates, señales de tráfico, carteles y rótulos publicitarios, sus peatones y todos los elementos que componen la fisonomía urbana.
Así, a lo largo de los últimos cuarenta años, Zuviría ha ido construyendo una imagen paralela de su ciudad, que es su propia mirada cargada de evocación y nostalgia. En la estética de Zuviría asoma la influencia de grandes fotógrafos de lo urbano, como Walker Evans y Horacio Coppola, considerado el padre de la fotografía moderna argentina, pero también la de artistas plásticos como los del arte pop norteamericano o Edward Hopper, y de la literatura; de hecho, su escritor preferido es Jorge Luis Borges, otro infatigable peatón bonaerense como Zuviría.
'Estampas porteñas' reúne 195 imágenes que reflejan su "obsesión", como él mismo ha afirmado, por escaparates y fachadas de Buenos Aires. El fotógrafo ha explicado que su principal tema a la hora de retratar es la "cultura popular". "Mi fotografía está vinculada a la clase media, no hago fotos ni al lujo ni a la miseria. Me gusta mirar y construir algo sobre aquello que veo", ha indicado.
Además, se incluye la serie 'Siesta argentina'. "Ha sido mi trabajo político más explícito. Es una reflexión sobre la crisis del corralito y yo empecé a notar que todos los negocios cerraban a diario. En esos cierres encontré una metáfora sobre el momento", ha comentado sobre estas fotografías que muestran la ciudad durante la crisis que sufrió el país en 2001.