Rodrygo comienza a tirar abajo la puerta del Santiago Bernabéu. La actuación del brasileño el pasado miércoles ante el Galatasaray ha disparado las esperanzas que el madridismo había depositado en él desde que el club blanco lo fichase antes del final de la pasada temporada.
El catastrófico 2018/2019 del Madrid precipitó una reconstrucción que Florentino Pérez se resistía a acometer. Los malos resultados obligaron al mandatario a realizar una enorme inversión para reactivar un proyecto que se había ido a pique tras haber ganado 3 Ligas de Campeones consecutivas –y 4 en 5 años-. El Madrid, a pesar de las circunstancias, sigue siendo considerado por las bookies, como Betway apuestas de fútbol, uno de los máximos candidatos a todo.
Una de las piezas de la reconstrucción es Rodrygo, que en las primeras semanas del curso apenas había contado para Zidane y que había sido enviado a jugar con el Castilla. El brasileño se ha ganado un hueco en el equipo titular ante la baja de Bale y el bajo rendimiento que está ofreciendo Lucas Vázquez. Rodrygo ha disputado 370 minutos repartidos en 6 encuentros, casi todos en las últimas semanas. Ha anotado 5 goles -3 en la vuelta de la Champions frente al Galatasaray- y ha repartido 1 asistencia.
La inevitable comparación con Vinicius
La llegada de Rodrygo ha provocado que se le compare con Vinicius. Ambos son jóvenes y han llegado al Madrid como dos de los mayores talentos del presente y del futuro de Brasil. Están llamados a ocupar el puesto que en su día ocuparon jugadores como Pelé, Romario, Ronaldo o Neymar. El pasado 15 de noviembre, Rodrygo hizo su debut oficial con Brasil, una selección que, según las casas de apuestas, como Betway, siempre aspira a lo máximo.
Comparar a ambos jugadores no deja de ser injusto para los dos, porque, aun teniendo características similares, son jugadores diferentes y cada uno tiene su propio proceso de maduración. La comparación les añade un plus de exigencia y no debemos olvidar que se trata de dos chicos de 18 y 19 años. Y sin embargo es inevitable observarlos con lupa después de que el Madrid hiciera un desembolso de 45 millones de euros por cada uno de ellos, a pesar de que no tratarse de jugadores consagrados.
Los dos juegan de extremo izquierdo, aunque Rodrygo se adapta mejor al costado derecho. Nos encontramos ante la primera temporada de Rodrygo como merengue y la segunda de Vinicius. El año pasado Vinicius empezó sin contar con la confianza de Lopetegui, pero fue, sobre todo con Solari, con quien el ex de Flamengo comenzó a jugar con asiduidad y a destacar. La segunda parte de la temporada de Vinicius fue magnífica. El brasileño se echó el equipo a la espalda y exhibió una potencia y una conducción descomunales, pero evidenció una gran inexperiencia cuando llegaba al área rival. Vinicius, un torrente arrebatador en el desborde y en la ida y vuelta, se mostraba inocuo en el momento de resolver las jugadas, ya fuera para buscar el gol o para asistir a sus compañeros.
Rodrygo, por su parte, parece un jugador más fino, pero también menos formado físicamente. Rápido y hábil, sabe asociarse y está demostrando, por ahora, tener gol. En cualquier caso, es aconsejable tener paciencia con ellos.