"Esa visión parcial y negativa se revisa y se cuestiona hoy en día, en especial gracias a todas las cartas que han sido traducidas del baúl que guardó de Olga que guardó Picasso", ha señalado el profesor de Historia del Arte, Joachim Pissarro.
Picasso y Olga Khokhlova se conocieron en 1917 en Italia y un año más tarde ya estaban casados. La relación duró hasta 1935, pero en los últimos años de ese periodo el pintor llegó a compaginar otra relación con Marie-Thérèse Walter.
Ese es uno de los dos dramas a los que ha aludido Pissarro y también el nieto del artista y comisario de la muestra, Bernard Ruiz-Picasso: el del deterioro de una relación "de amor". "Hay una parte muy alegre, que es la del comienzo de la historia de amor, pero luego vienen los momentos dramáticos de separación, dolor y ansiedad", ha recordado.
Esa primera parte de los comienzos de la relación viene reflejada en la muestra -con más de 40 pinturas- en obras como el retrato de Olga en el sillón o los retratos del hijo de la pareja, Paulo, vestido de arlequín. Por el contrario, dibujos como 'La crucifixión' o la pintura de Olga desnuda en el sillón rojo -donde se ve "a una mujer que es ya solo dolor y pena"- recuerdan esa etapa de sufrimiento.
El otro 'drama' vino por la situación de la familia de Olga, que tuvo "un destino miserable y terrible" en la Rusia de los años 20. El trabajo de documentación de las cartas y fotografías encontradas en el baúl de Olga -un trabajo que se ha alargado durante varios años- ha servido para conocer a fondo la situación en la que estaba la esposa de Picasso.