Tras una temporada de 10 y una racha llena de victorias y reconocimientos, las jugadoras del Atlético de Madrid Femenino recibirán el 29 de abril el Premio Madrid a la Mejor Iniciativa Deportiva al convertirse en un referente dentro del fútbol siguiendo con la misma humildad con la que llegaron al club allá por 2001.
Que las chicas del Atlético de Madrid son el equipo revelación de la Liga Iberdrola este año es indiscutible. Disputándose el primer puesto en Liga con el Barça, en el mes de marzo aseguraron su permanencia en la Champions League para la próxima temporada, la tercera consecutiva, y ya llevan consigo dos ligas que, probablemente, serán tres al acabar este curso. Esto sin contar que en mayo disputarán la final de la Copa de la Reina contra la Real Sociedad.
Todos estos logros les han servido para recibir numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Madrid a la Mejor Iniciativa Deportiva como un homenaje “a su trayectoria deportiva y su capacidad de ilusionar para ayudar a situar el fútbol femenino en una posición de reconocimiento y a superar barreras”.
“Una de las cosas que tenemos es ser fuente de inspiración para mucha gente y yo creo que eso es lo más bonito. Cuando recibimos premios no es como cuando peleas en el campo que alguien pierde y alguien gana, aquí todo el mundo gana. Al final esos premios son reconocimientos y son necesarios para que nunca se nos olvide lo que hemos conseguido”, comenta Lola Romero, directora general del Atlético de Madrid femenino, a Madridiario.

María Vargas y ella son las precursoras de este equipo. Procedentes del Coslada, llamaron a las puertas del Atlético de Madrid hace 18 años y, desde entonces, han sido un conjunto más dentro del club. “(La afición) nos acogió muy bien. Era el segundo año en Segunda División, no era un año fácil y los medios de comunicación tenían un trato exquisito con el femenino; eso ayudó mucho a que la gente conociera el proyecto. Nos acogieron como un sucedáneo del Atlético de Madrid”, recuerda Romero, agradecida con la afición colchonera.
Años después, la plantilla es muy diferente pero la esencia es la misma: coraje y corazón. “Las definiría con el sello de este club, que es el compromiso que ellas tienen con el coraje y corazón que se supone cuando juegas en el Atlético de Madrid. Han conseguido hacer una piña dentro del campo y lo han hecho pensando realmente en que poniendo coraje y corazón somos capaces de todo. Enseguida en cuanto llegan al Atlético de Madrid cogen ese ADN y no hay distinción entre una y otra; todas tienen ese pensamiento de que podemos llegar lejos porque somos un club grande”, explica la directora general.
Y con los fans también está contenta Kenti Robles, lateral derecho del equipo: “Estoy muy agradecida. Es una de las pocas aficiones que cuando llegas te hacen sentir en casa y te tratan del mismo modo, seamos chicas o chicos, y es un placer siempre venir aquí y tener a la afición muy encima. Me siento muy querida por ellos”.

Robles, procedente de México, se empapó pronto de este ADN atlético, y lo lleva presente en cada partido: "Esta temporada yo creo que ha sido muy buena. Si seguimos así vamos a romper récords que no había hecho ningún equipo, y bueno, vamos como siempre se dice en esta casa: partido a partido”.
Junto a ella, Carmen Menayo, lateral izquierdo del equipo, contempla el campo de Cerro del Espino y destaca que hace nada era "un barrizal". Las diferencias entre hombres y mujeres en el fútbol todavía son latentes. "Fui a ver un partido de 'los tíos' y la gente les anima mucho más", lamenta Menayo. Aun así, ambas mantienen la idea de no perder esa humildad que les caracteriza.
“El fútbol para nosotras es todo. Nos sentimos plenamente profesionales y es nuestro trabajo. Lo importante también es disfrutarlo y conseguir lo máximo”, señala Menayo. "Creo que hay cosas que no debemos copiar de ellos. Creo que es muy importante que sigamos siempre con la misma humildad que hemos tenido hasta ahora. Por mucho que crezca el fútbol femenino, tenemos que tener los pies en la tierra y saber de dónde venimos. Muchas de las generaciones que vienen no han jugado nunca en un campo de tierra y creo que lo mejor para ellas es que trabajen, que sean humildes y sepan que todo lo que hay ahora es porque hay un gran trabajo detrás y que no lo echen por tierra”, indica Robles.

Las dos se muestran complacidas por recibir un nuevo reconocimiento, teniendo en cuenta la gran temporada a la que se están enfrentando. “Hemos sido un equipo bastante regular que en los momentos clave no hemos fallado. Hemos hecho un juego bastante atrevido y solo queda rematar el final”, subraya Carmen Menayo. “Estamos encantadas. La verdad es que todo aquello que te reconozcan tu trabajo y por todo lo que estás haciendo lo valoramos y lo agradecemos a toda esa gente, pero todo esto conlleva un trabajo y no es casualidad”, añade Kenti Robles.
Un Atleti de récord
60.739 espectadores llenaron el Wanda el pasado 17 de marzo para asistir al Atlético de Madrid-FC Barcelona de la Liga Iberdrola, rompiendo así la anterior marca de asistencia en un partido de fútbol femenino en el mundo.
"El fútbol femenino ha venido para quedarse"
Preguntada por si en sus inicios creía que todo esto podría llegar a ocurrir, Lola Romero responde: “Nunca te pones un techo. Cuando empiezas vas paso a paso y gracias a eso hemos conseguido no solo ganar esta liga, sino las dos que llevamos y la Copa de la Reina que ya tenemos. Entrar en Champions para nosotras era un sueño. Conseguir esto es trabajo de mucho tiempo, pero pensando que lo que queríamos hacer es un proyecto pensando en llegar a lo más alto. Evidentemente, detrás de la ilusión está el trabajo y la protección que te da el club para conseguir estas cosas”.
Estos últimos acontecimientos están poniendo el fútbol femenino en el punto de mira del espectador, que poco a poco ve de la misma manera los partidos de LaLiga Santander como los de la Liga Iberdrola.“Llegamos tarde a este elemento de interés, pero es evidente que hemos conseguido crear un producto en los últimos cuatro años. Hemos conseguido crear un gran producto que quien se hubiera fijado en él habría visto que tiene un gran potencial. Lo mejor es que no somos una moda, el fútbol femenino ha venido para quedarse”, sentencia Romero.