Eduardo Martínez de Pisón es el padre de uno de los proyectos medioambientales más ambiciosos de la Comunidad de Madrid: convertir en parque nacional el paraje de la Sierra de Guadarrama. Al frente de un equipo de 30 personas, este catedrático de geografía física es el responsable de un meticuloso estudio para elevar la zona "al rango que se merece" y en el que no ha quedado ni un solo detalle por analizar: desde la fauna y la flora, los usos, la aportación humana a la geografía, el urbanismo y sus formas de desarrollo, la economía, la demografía hasta los propios anfibios y peces de este lugar. Un total de 21 tomos y miles de páginas en las que se dan las claves para otorgar una categoría superior a un lugar que "si se queda a la interperie se va a oxidar", dice Martínez de Pisón, que alaba este premio porque es un apoyo importante y "otro motor que ayuda al barco a llegar a puerto".
En la cabeza de Eduardo Martínez de Pisón bullen miles de ideas sobre el Parque del Guadarrama. O deberíamos decir futuro Parque Nacional, porque en ello está este catedrático y explorador, responsable del proyecto de estudio para la transformación de la Sierra de Guadarrama en una zona especial, lo que técnicamente se llama el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) cuyo espíritu ha sido "regular, más que prohibir y regular más que permitir". Con el PORN del Guadarrama sobre la mesa, al que ha de sumarse el de la vertiente castellano-leonesa, el Ministerio tiene la oportunidad de convertir 73.000 hectáreas de la Comunidad de Madrid en Parque Nacional "un bien para la sierra y para su entidad geográfica". Martínez de Pisón cree que ésta es una forma de devolverle a la montaña madrileña el respeto que merece, "parando el tentáculo urbanístico que sale desde Madrid, y que se alimenta de la naturaleza, un tentáculo imparable que ya ha superado la zona de Cercedilla". En su opinión, los ciudadanos deben entender que esta zona es "algo especial que hay que disfrutar" y nada mejor para ello que decirles 'Mira, esto es un Parque Nacional'. Creo que ésta será la mejor manera de respetar disfrutando y de disfrutar respetando porque si no, si dejamos a la intemperie la Sierra de Guadarrama, se va a oxidar".
El resultado de dos años de trabajo intenso por parte de una treintena de personas ha sido un Plan que establece 73.000 hectáreas de Parque Nacional desde su cota más baja en el Paular hasta Peñalara, y formadas por el actual Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, el Parque Natural de Peñalara y el Paisaje Protegido del Monte Abantos. De ellas, 34.000 tendrán una especial protección. El PORN concibe unas zonas de "preparque" y otras zonas "de transición". El preparque se divide en tres figuras de protección: el Parque Regional del Valle del Lozoya, de 25.000 hectáreas, un Paisaje Protegido del Monte Abantos y su entorno, de 8.600 hectáreas, y el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, de 5.000 hectáreas.

El área de transición o borde externo gozará de menor protección medio ambiental mientras que el núcleo del parque estará sometido a un control que regulará los usos y aprovechamientos. "Se puede seguir produciendo sin necesidad de acabar con los aprovechamientos porque estén en el Parque, pero sí lo deben hacer bajo un control riguroso y unas fórmulas establecidas por la administración regional". Otra cosa son las estaciones de esquí, que quedan enclavadas en el corazón del parque. Este profesor cree que "no son un elemento bueno sino postizo, que lo desnaturaliza, pero estaban ahí y eso no lo podíamos evitar. Por eso la alternativa era enquistarlas y que quedaran rodeadas por el parque o dejarlas dentro, bajo control y bajo las órdenes del Parque, y optamos por la segunda".
De alcanzarse la protección máxima para el Guadarrama, la administración estaría consiguiendo "cierta capacidad de contención de la fiera, pero sin que se note" puesto que se prohibirán "las actividades bárbaras" pero se permitirán los usos moderados y respetuosos con el paisaje. Por eso asegura que los ciudadanos no tienen que tener temor a que la sierra madrileña se convierta en un paraje de este rango ya que se les dará una mayor posibilidad de conocerla y habrá una oferta ordenada de calidad". Más gráficamente, Martínez de Pisón compara el Guadarrama con una clase: "Primero hay que intentar que los alumnos no se suban a la mesa, luego que estén callados, y por último que estén atentos. Eso es lo que hay que procurar para que la clase funcione bien".
Pero no sólo los ciudadanos han mostrado reticencias al proyecto, sino también los alcaldes de los municipios afectados, para los que el catedrático tiene palabras de tranquilidad. Recuerda que los Parques Nacionales suponen unas posibilidades de inversión enormes "porque se pueden explotar turísticamente", sin olvidar las compensaciones que se derivan del propio rango de parque, "aunque de entrada esto sea algo duro de comprender". De hecho, reconoce que lo más difícil de este trabajo ha sido enfrentarse a la cantidad de intereses cruzados, "puesto que se trata -dice- de una sierra muy heterogénea y con muchos usuarios. Desde el punto de vista natural no ha habido mucho problema pero sí desde el social, sobre todo en la parte territorial".
Martínez de Pisón no tiene temor alguno a quedar fuera de la 'denominación'. "Nosotros hemos propuesto un modelo para salvar la sierra de Guadarrama, ésa es nuestra voluntad y nuestro deseo y espero que logremos el objetivo" de la Comunidad de Madrid, entre otras cosas porque no hay motivos por los que esta zona de la región pudiera ser rechazada. Confía en ello tomando como referencia otros Parques Nacionales, como el de Monfragüe, que acaba de incorporarse a la lista. "No podemos pasar por el lápiz gordo a Monfragüe y por el lápiz fino a Guadarrama", señala, "hay que ser objetivos y ver todas las condiciones que reúne este lugar". Quizá por ello recibe el premio con los brazos abiertos, porque lo considera un apoyo al proceso, "para que el barco llegue a puerto". "Es muy agradable recibir este respaldo que considero que se hace no sólo al PORN -señala- sino a la iniciativa y empeño, desde la época de Alberto Ruiz-Gallardón, de la Comunidad de Madrid". No se arrepiente de una sola coma del proyecto. "Éste sería el Plan que presentaría una y mil veces, porque estoy convencido de que es el válido. He tenido que ir por el filo de la navaja para hacerlo pero, desde la razón, estoy muy satisfecho" y espera que "el papel no se imponga al lugar". "Aquí lo que interesa es proteger el Parque y me daría mucha lástima que por tormentas de papel el Guadarrama pueda peligrar. No se lo merece y creo que vive su última opotunidad. Está muy acechado y si, no lo protegemos, te aseguro que lo vamos a estropear".