En España, los pacientes y profesionales sanitarios que tratan el Parkinson pueden utilizar una nueva terapia inhalada para controlar las fluctuaciones motoras relacionadas con los episodios OFF de la enfermedad. Estos episodios afectan al 90% de los pacientes después de diez años de padecer la enfermedad y pueden incluir síntomas como temblores, ansiedad o dolor en la movilidad. Después de un buen comienzo del tratamiento, los síntomas suelen reaparecer entre dos y cinco años después, lo que puede interrumpir repentinamente la actividad social o laboral del paciente. Según el jefe de Unidad de Enfermedades Neurodegenerativas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Juan Carlos Martínez Castrillo, esto puede limitar significativamente la capacidad del paciente para llevar una vida normal y hacer ejercicio o relacionarse.