Madrid se ha marcado ante la Unesco un reto osado: demostrar la excepcionalidad de un espacio verde urbano. Ningún otro bien de la lista de Patrimonio Mundial se corresponde con un enclave de estas características y la capital de España podría convertirse este domingo en la primera en inscribirlo con su candidatura 'Paisaje de la Luz'. Conjugar en el epicentro de una ciudad naturaleza, arte y ciencia apenas está al alcance de urbes privilegiadas y Madrid fue pionera. Creó en el siglo XVI el primer paseo arbolado de Europa, el del Prado, y en torno a esta vía brotaron después el Jardín del Buen Retiro y un destacado foco cultural y científico. Cinco siglos más tarde, este planteamiento visionario auspiciado por Austrias y Borbones aspira a ser distinguido por Naciones Unidas.
A tres días de conocer el veredicto, el Ayuntamiento matritense afronta la cita con el Comité Ejecutivo de la Unesco con "legítimo optimismo y ganas de que nuestro Madrid sea reconocido internacionalmente", ha expuesto este jueves la portavoz municipal Inmaculada Sanz. Una comisión de expertos compuesta por representantes de 21 países dictaminará a partir de las 13:30 del domingo si el eje Prado-Retiro ingresa en la honorífica lista de Patrimonio Mundial. De conseguirlo, constituiría el quinto bien de la región incluido.
Al menos 14 de las 21 delegaciones votantes deben posicionarse a favor de la propuesta madrileña. Mónica Luengo, coordinadora del expediente de dicha candidatura, incide en la complejidad de haber alcanzado la última fase. "Llegar al final del proceso con un informe favorable es realmente muy complicado y más cuando Madrid presenta una serie de valores y riqueza cultural difíciles de evaluar", afirma. Un total de 25 candidaturas optan a ser designadas como Patrimonio Mundial y solo 12 han sido recomendas directamente para ello. El Paisaje de la Luz no figura entre las aventajadas, por lo que la decisión permanecerá como una incógnita hasta el último momento.
Madrid se niega a eliminar la parte natural
Un informe de Icomos, organismo que asesora a la Unesco, aconsejaba al Consistorio capitalino que eliminase la parte natural de la candidatura. No ven la correlación entre el Parque de El Retiro y el Paseo del Prado y no los consideran un conjunto unitario. Esta apreciación es "preceptiva, pero no vinculante", ha aclarado Luis Lafuente, director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, pero puede aportar una idea del resultado que Madrid obtendrá en la votación. El Comité Ejecutivo podría requerir, ya de manera formal, que se envíe una nueva propuesta en la que solo se incluya el Paseo del Prado, un icono al que "sí reconocen su valor universal".
Madrid se ha opuesto a desmembrar su candidatura, presentada en 2019, al estimar que perdería su esencia. No obstante, no descarta aceptarlo en el futuro para garantizar que al menos el Prado sea inscrito en la lista de Patrimonio Mundial. "Tenemos un informe de Icomos que no es malo, porque reconoce la excepcionalidad del Prado, y todo nuestro trabajo ha sido crear unos argumentos técnicos para fundamentar que el Prado y el Retiro han convivido 400 años y eso no puede ser casualidad", ha señalado Lafuente. "Ahora estamos en la labor de convencer a los países que votan, pero sabemos que hay interés", añade.
Si esta tarea fructifica, el Paisaje de la Luz se convertiría en el quinto bien de la Comunidad de Madrid destacado como Patrimonio Mundial. Lo lograron antes el Monasterio de El Escorial en 1984, el casco histórico y la Universidad de Alcalá de Henares en 1998, el paisaje cultural de Aranjuez en 2001 y el Hayedo de Montejo en 2017. En total, España se posiciona en el tercer escalafón del ranking global en número de espacios naturales o culturales reconocidos, con 48, solo superada por Italia y China, con 55 cada una. Madrid se sitúa como la única gran capital occidental sin ningún bien en la lista.
Más turismo y responsabilidades
Luis Lafuente hace hincapié en la importancia de conseguir "ese sello de calidad que te da la Unesco", que podría derivar en un aumento del turismo en la ciudad. Lugares como Antequera, Úbeda o Baeza han visto multiplicarse de manera exponencial sus visitantes tras el nombramiento. En Madrid, con un flujo turístico "enorme", el director general de Patrimonio Cultural espera un cambio en la forma de disfrutar del primer paisaje verde en una ciudad, el Paseo del Prado: "No lo verán como un cambio de acera entre el Thyseen y el Prado, sino que pasearán por la zona y se meterán en el Retiro".
Al mismo tiempo, advierte de que ostentar este reconocimiento implica asumir compromisos de difusión y de conservación y cuidado ante las posibles amenazas. En este sentido, el expediente de la candidatura recoge medidas para paliar las afecciones que puedan poner en peligro el bien. En el caso del Paisaje de la Luz: la intensidad de uso ocasional al pasar por allí multitudinarias manifestaciones o albergar la Feria del Libro, la contaminación por "estar en el medio urbano" y el cambio climático. El informe de Icomos recoge también estos tres puntos como los más importantes en cuanto a la afección del bien candidato.