En sendos casos, han justificado su salida del Ejecutivo autonómico en no querer "perjudicar al PP ni a la formación de Gobierno a Cristina Cifuentes". De este modo, quieren facilitar con su marcha un posible acuerdo entre PP y Ciudadanos para que Cifuentes presida la Comunidad.
El paso dado por Victoria y Figar, que declararán el 26 de junio, se produce un día después de que el líder de C's en Madrid, Ignacio Aguado, se quejara de que el PP no había mostrado ningún gesto una vez conocidas las imputaciones de sus consejeros. Aguado pedía a Cifuentes hechos para que facilitara un posible acercamiento de cara a la investidura. El próximo lunes, Aguado y Cifuentes se reunirán para cerrar posibles acuerdos. Hoy mismo, el diputado regional electo de Ciudadanos Pedro Núñez-Morgades García de Leaniz, ha dicho que si no hubieran dimitido, no se habrían sentado a hablar. Además, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha valorado con "satifacción" las dimisiones de los consejeros madrileños, aunque también ha asegurado que no son suficientes para logar un acuerdo. "Es evidente que el PP y el PSOE están cambiando las cosas, no porque les guste ni porque les apetezca enfrentarse a los suyos, sino porque si no se gobierna", ha dicho.
En un comunicado, Victoria ha reiterado su honestidad política en todos los aspectos de su gestión como cargo público de la Comunidad de Madrid, negando cualquier hecho del que se le acusa y de los que ha dado explicaciones en distintas comparecencias públicas y ruedas de prensa desde el pasado mes de febrero. La investigación dirigida por el juez Eloy Velasco investiga a Victoria por tres supuestos pagos en negro que desde la Administración regional se habrían reclamado a la empresa Indra.
La actuación presuntamente delictiva que se atribuye a Victoria, que declarará como imputado el 26 de junio, está relacionada con la labor del exconsejero delegado de la Agencia Informática de la Comunidad de Madrid (ICM) José Martínez Nicolás, que reclamó presuntamente a la empresa, adjudicataria de numerosos contratos de la Administración regional, pagos en negro por un total de 120.000 euros que tendrían a De Pedro como destinatario.
Figar, por su parte, ha explicado que tiene la conciencia "tranquílisima" y que confía en la "limpieza de las actuaciones" tanto de ella como de su equipo. Está deseosa, como ha explicado, de poder dar sus explicaciones ante el juez, y da el paso porque no quiere que se la use como "excusa" para que Cifuentes no sea presidenta.
En el caso de Figar, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 investiga contratos por valor de 80.000 euros que la Consejería de Educación habría firmado con Madiva, una de las empresas del presunto 'conseguidor' de la red Púnica, Alejandro de Pedro, para trabajos de posicionamiento 'on line', y con EICO para la elaboración de una página para estudiantes extranjeros llamada 'www.studyinmadrid.es', donde se recogían todos la oferta educativa de la Comunidad.
CCOO y UGT se han felicitado por la dimisión de Figar aunque aseguran que "llega tarde". En opinión de CCOO "hoy termina una etapa que será recordada como un periodo nefasto para la educación en Madrid", que se ha caracterizado por "dejar una herencia de enormes desequilibrios entre la red pública y privados" y la pérdida de recursos para becas comedor, libros o transporte, así como por la subida de tasas mientras "se realizan regalos fiscales para la minoría más rica".
Ahora serán el viceconsejero de Presidencia y Justicia de la Comunidad y el de Educación, Javier Hernández y Manuel Pérez, respectivamente, los que sustituirán a Salvador Victoria y Lucía Figar al frente de las consejerías de Presidencia y Educación.
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