Por los baños de la estación de Atocha pasan cada hora unas 500 personas y se limpian cada tres, es decir, cada 1.500 usuarios, según asegura el portavoz en España de la empresa que gestionará este servicio, hasta ahora público y gratuito. Su apuesta es "mejorar el aspecto de los aseos públicos" y se comprometen a mantener la pulcritud de los retretes limpiándolos cada diez usuarios como mucho. Eso sí, cobrando por este servicio. "En ningún baño público del mundo se garantiza la limpieza si no es de pago. Y en muchos el estado es lamentable, sobre todo en los de Atocha", ha apuntado.
"Solo en España y Portugal no está extendido el cobro por usar los lavabos", apunta Bakker, quien reconoce que son los países donde ven más difícil implantarse por la costumbre de que sean gratuitos. Aun así pretenden tener abiertos 60 establecimientos de este tipo en España en tres años y ya ultiman la apertura de dos tiendas más 2theloo en centros comerciales madrileños y puede que Adif saque a concurso los retretes de alguna otra estación madrileña. También se implantará en estaciones de servicio Shell, con las que tiene un acuerdo mundial.
En cualquier caso, la empresa subraya que "no imponen el uso de pago y que su trabajo consiste en ofrecer una servicio de calidad al cliente que lo valora". Así, en Atocha seguirá habiendo baños públicos tras los torniquetes de acceso, pero los de las áreas externas serán gestionados por esta empresa, que se ha adjudicado este servicio por 280.000 euros que tendrá que pagar a Adif por los siete años de concesión. El 1 de noviembre abrirán los nuevos baños de la zona del Jardín Botánico y el 14 de diciembre los del espacio de Cercanías.
Los retretes 2theloo "estarán limpios, serán divertidos, tendrán lavabos y sanitarios de la máxima gama", describe Bakker. Además, habrá una sala de lactancia, con espacios tranquilos para las madres; y otra de familias, con retretes para niños y adultos, y un cambiador con una bola de discoteca para entretener a los bebés, así como un espacio pensado para las personas con discapacidad. El acceso a cada uno de estos servicios costará 60 céntimos, por los que se obtendrá un vale descuento por el mismo importe que se podrá gastar en un plazo de días tanto en la tienda propia como en otros negocios de la estación de tren. En su establecimiento, se podrán comprar productos de aseo de primera necesidad, como pañales, tampones, cepillos de dientes o jabones.
El diseño será muy similar al de la tienda que abrieron el año pasado en el centro comercial barcelonés Maremagnum, su primera incursión en España, pero cambiarán las fotografías de Gaudí o el puerto por otras de la estación de Atocha en 1920 o de plazas capitalinas.
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