Según un informe de la Comunidad de Madrid sobre los Hábitos de Lectura y la Compra de Libros en 2022, el 74,3 por ciento de los lectores aprovecha sus ratos libres para leer. Este estudio desvela, además, que la región se sitúa a la cabeza en España en hábitos de lectura, con un porcentaje total del 97,6 por ciento (77,8 por ciento lectores de libros).
En cuanto a los lugares habituales para leer durante el tiempo libre, el estudio recoge que la casa sigue siendo el lugar habitual para el 96,7 por ciento de los encuestados seguida del transporte público, con un 25,7 por ciento. Por otro lado, la lectura al aire libre ha aumentado en casi cinco puntos con respecto al último estudio (2021) y ocupa ya el tercer puesto con un 15,3 por ciento. Los porcentajes por sexo en cualquier medio o soporte están prácticamente igualados, ya que lee el 98,5 de los hombres y el 96,8 de las mujeres.
“Gracias a esta encuesta de Hábitos de Lectura (bianual) podemos afirmar que la Comunidad de Madrid se consolida como la región española con el mayor índice de lectura al superar con amplitud la media del país gracias a las políticas que el Gobierno regional tiene en marcha como el préstamo gratuito digital a través de la plataforma eBiblio Madrid. Además, de 2020 a 2022 ha aumentado el número de libros leídos y adquiridos por los madrileños”, ha manifestado el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco. A ello contribuye, ha continuado De Paco, la adquisición de fondos bibliográficos para las bibliotecas de la Comunidad, a la que el Gobierno regional ha destinado más de 10 millones de euros, y las múltiples formas de lectura como el libro tradicional o el electrónico. Es en la población infantil y juvenil donde encontramos las cifras más destacadas: el 86,1 por ciento de los niños de la Comunidad de Madrid con edades comprendidas entre 10 y 13 años lee libros en su tiempo libre de ocio al menos una vez cada tres meses.
La suma de varios factores –el índice de población, el sistema de bibliotecas y la implicación de las librerías madrileñas – hacen que cada año la Comunidad de Madrid lidere el ránking de personas que más leen en el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de España, elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), con el patrocinio de CEDRO y en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte.

El Barómetro refleja que los españoles que no cuentan con un hábito de lectura argumentan que es por falta de tiempo, aunque el 30,6 por ciento señala que prefiere emplear su tiempo libre en otros entretenimientos como pasear, descansar o ver series y películas.
Lectura desde pequeños
Para que ese hábito lector sea una realidad, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un Plan Lector en los colegios de la región con unos “objetivos específicos, contenidos y actividades” que el alumnado va desarrollando a medio y largo plazo. “Cada año se van concretando las actividades para cada curso para no repetir. Cada colegio desarrolla su propio plan y buscamos siempre actividades diferentes para que no decaiga en ellos la motivación”, explica Javier López, profesor del CEIP Seis de Diciembre (Colmenarejo).
López se encuentra en esos días de programación y de búsqueda de actividades que animen a la lectura entre su alumnado, de 6 a 12 años. Para ello, este maestro confiesa que reutilizará algunas de las acciones que ya han tenido una buena acogida entre sus alumnos como el ‘lectómetro’ o ‘bookflix’.
El ‘lectómetro’ es un intercambio. Es decir, los menores van leyendo libros y reciben la recompensa en forma de cromos con temáticas diferentes – dependiendo de su edad – y con distinto valor. Mientras que ‘bookflix’ imita a la plataforma de streaming Netflix, conocida ya por gran parte de su alumnado. Esta actividad funciona como un “club de lectura donde los chicos hablan de los personajes del libro que han leído y de lo que han aprendido” e ilustran con el dibujo de su portada un gran mural en el aula.
“El 95 por ciento de los libros que leen en Primaria son libros escogidos por ellos, aunque una vez al trimestre trato de orientarles un poco, sobre todo a las familias, porque los maestros conocemos más colecciones y sabemos qué libros pueden encajarles para que sigan aprendiendo expresiones gramaticales”, apunta López, que bromeaba con las colecciones favoritas entre los más pequeños al decir que si no los orientara “un poco” acabarían leyendo todos los libros de youtubers, el Diario de Greg o Los futbolísimos.
Uno de los inconvenientes para que los niños lean es la situación económica familiar, pero leer no siempre es algo costoso. López recuerda a su alumnado que pueden hacer uso de la biblioteca virtual de la Comunidad de Madrid, Madread, una herramienta que utilizaron durante la pandemia cuando “no se podía compartir material” y que sigue estando presente en las aulas, aunque “tienen que leer a través de una pantalla”. “Leer les ayuda a aprender resolver situaciones en el futuro porque muchas veces las cosas que les vayan a suceder, ya sea en el trabajo o con la familia, les ha sucedido a uno de los personajes que ya han leído”, confiesa López.
Entre los menores de 10 a 13 años, el 86 por ciento lee libros por ocio, pero en el caso de las niñas este porcentaje se eleva al 93,8. Más de la mitad emplea el formato digital (51 por ciento), y el 17 por ciento lee libros electrónicos, ya sea por estudios o por ocio, siendo las niñas la que tienen mayor tendencia a este formato.
Importancia de las librerías
La educación es básica para crear esos hábitos de lectura. De hecho, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2022 – anteriormente mencionado – el 86,5 por ciento de los que leen en su tiempo libre son universitarios, una cifra que desciende hasta el 62,3 por ciento entre la población que cuenta con estudios secundarios y al 39 por ciento entre los que solo han cursado estudios primarios.
En todos los niveles se ha observado un crecimiento de los índices de lectura tras la pandemia: “La lectura en el confinamiento fue un refugio en todos los sentidos, ya fuera por ocio, evasión o para comprender la realidad, ya que aumentaron los libros de ensayo”, recuerda Pablo Bonet, director de la Asociación de Librerías de Madrid, que rememora cómo este hecho ha acercado al público al comercio de proximidad y a esas librerías que ofrecen actividades culturales: “En medio del caos, la gente volvió a las librerías y estas supieron adecuarse a la digitalización y mejoraron sus webs y páginas para vender y ofrecer encuentros virtuales”.
En la librería ‘Molar’, situada en pleno Rastro madrileño, al no disponer de venta on line durante el confinamiento, ofrecieron a sus clientes unos bonos de compra que funcionaban como pago adelantado para cuando pudieran abrir. Una iniciativa que contó con una buena acogida y muchos mensajes de cariño.
Esa capacidad de adaptación ha hecho que el “sector de libro sea el que más ha resistido” con ferias batiendo récords de participación y un incremento a las ventas que se ve reflejado en la veintena de librerías que han abierto tras la pandemia en la Comunidad de Madrid – Taschen, Lata Peinada, La Imprenta, Los pequeños seres (2020), Crazy Mary Librería & Co, Mary Read, La Mistral, Altamarea, Girasol, La Independiente (2021), La Fabulosa, Olavide Bar de Libros, La Anónima, Derivas, Pérgamo, Odisea y La Guarida (2022) – acompañado de la “sueño” de muchas personas por construir sus librerías. Las librerías de barrio aportan “el cara a cara” y las ”recomendaciones de sus profesionales” frente a los grandes almacenes y “los algoritmos” y, además, ofrecen encuentros culturales con contacto directo con los autores. “Son espacios muy especiales y ninguna gran plataforma puede brindar estos mismos servicios”, recalca.

Además de una buena cantera y el confinamiento, el sector goza de “buena salud” por varios factores como el apoyo renovado al comercio local en los barrios, la digitalización de los negocios, las campañas específicas (todostuslibros.com), refuerzo institucional para la modernización de los establecimientos, la creación de nuevas comunidades online por parte de las librerías y el emprendimiento de gente joven comprometida con la cultura y mejor formada. Hablando de emprendimiento, es interesante mencionar que junto a la Comunidad de Madrid y la UNED, el gremio pone en marcha el Curso de Creación y Gestión de Librerías, que ya cuenta con su VI edición.
Bonet pone los objetivos en mantener los índices de lectura de la actualidad. Para ello, es importante las redes sociales, donde estos espacios crean comunidades con recomendaciones y acercan a la población a sus autores favoritos. El 85 por ciento de las librerías, según el Mapa de Librerías que elabora CEGAL, se ha trasladado al mundo digital de una manera “rápida, eficaz y muy productiva”.
La media de libros leídos al año en Madrid es de 13,5, lo que supone un crecimiento significativo con respecto a 2020, cuando se situaba en 12,1 por ciento, y el tiempo dedicado a esta actividad es de 9,4 horas a la semana.
Hábitos de compra
Según el Estudio de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de la Comunidad de Madrid, la compra de libros ha logrado una leve recuperación después de la pandemia y se ha situado en un 60,1 por ciento, frente al 59,2 de 2020. Este dato indica que las medidas de apoyo a todos los sectores de la cadena del libro van dando sus frutos.
Librerías y cadenas se mantienen como los lugares habituales de compra, con un 47,5 y un 50 por ciento respectivamente, seguidos por Internet como tercera opción (37,1). Los madrileños han comprado una media de 9,4 ejemplares en 2022.
En cambio, el 22,1 por ciento de los ciudadanos de la región es socio de una biblioteca, manteniéndose la tendencia a la baja de los últimos años. Por el contrario, aumenta en más de un punto con respecto al estudio anterior (5,3 2022-4,2 2020) el porcentaje de usuarios frecuentes que acuden al menos una vez a la semana a este tipo de recintos. Además, un 75,1 por ciento otorga una puntuación de 8 o más a los servicios bibliotecarios públicos gestionados por la Comunidad de Madrid.
La creación de hábitos de lectura en la niñez, la adaptación de las librerías y el sistema bibliotecario unido a las políticas llevadas a cabo en este ámbito a través de la Comunidad hacen que Madrid sea líder en población lectora en España.