Cuando se sufre una negligencia médica, lo primero que avistamos es un panorama desolador.
Es normal perder la esperanza, puesto que muchas veces todo parece ponerse en nuestra contra. Esto ocurre muy a menudo en los casos de mala praxis durante el parto.
Las consecuencias de una negligencia médica en el parto pueden ser devastadoras para la salud del bebé y de la madre, por lo que jamás debería quedar impune. Afortunadamente, y gracias a la ayuda de abogados especializados en negligencias como Ramos Mesonero, cada vez más víctimas son capaces de reclamar y obtener una indemnización.
Si sospechas haber padecido una negligencia médica en el parto o conoces a alguien en esa situación, es recomendable obtener información precisa para poder actuar. Y es que existen muchas consecuencias negativas derivadas de errores médicos que pudieron evitarse. En este artículo te detallaremos las negligencias más comunes que pueden ocurrir durante el parto, por lo que te animamos a leerlo en su totalidad.
¿Cuándo podemos hablar de mala praxis en un parto?
El parto es una intervención médica y, como tal, es susceptible de producir riesgos para la salud. Como en toda operación pueden darse circunstancias que no se pueden achacar al personal a cargo de la misma, pues escapan al control humano.
Sin embargo, existen casos en los que durante el parto se producen daños tanto por acción como por omisión por parte de los profesionales sanitarios. Se trataría de errores médicos que no deberían haber sucedido y, por lo tanto, pueden ser reclamados como negligencia.
Negligencias médicas comunes en un parto
Al igual que sucede con los riesgos naturales del propio parto, la mala praxis puede acabar afectando a la madre, al feto o a los dos de forma simultánea.
Negligencias referidas a la madre
Episiotomía
Con este procedimiento se procede a realizar un corte de piel, músculos y nervios en la parte que rodea la vagina.
Existen dos escenarios en los que una episiotomía puede constituir una mala praxis. El primero es realizarla sin el consentimiento de la paciente, sobre todo porque se trata de una práctica cada vez menos aconsejada por sus riesgos. El otro escenario es cuando este corte no se realiza correctamente y se producen cicatrices, daños en el suelo pélvico o incontinencias.
Desgarros y lesiones
Cuando existen dificultades para el paso del feto a través de la vagina, se pueden producir una serie de desgarros o lesiones en la madre. Además, el bebé también acaba lesionado. Algunas veces los daños son consecuencias de maniobras de parto como la de Kristeller o la de Hamilton, realizadas sin el consentimiento de la mujer.
Infecciones
Los casos de infecciones de gravedad ocasionadas por una incorrecta desinfección o por olvidar restos de placenta, también se podrían considerar mala praxis.
Administración de oxitocina
La oxitocina sintética es una hormona utilizada para inducir el parto o acortarlo. El problema de este fármaco es que está considerado de alto riesgo por el Instituto para el Uso Seguro del Medicamento. Además, no puede utilizarse si en la madre se practicó una cesárea anteriormente o si es mayor de 35 años. Cuando el personal sanitario lo administra indebidamente pueden darse consecuencias negativas como dolor más intenso en las contracciones, sufrimiento fetal o rotura del útero.
Cesáreas
Existen casos en los que practicar una cesárea es la única opción. Sin embargo, hay veces en que se emplea este tipo de cirugía en el parto de forma innecesaria. Incluso cuando la Organización Mundial de la Salud pide que se reduzcan las cesáreas, cada vez se hacen con más frecuencia.
El problema viene cuando una cesárea desencadena consecuencias tan graves como el fallecimiento de la madre o la incapacidad de volver a gestar. Incluso puede poner en riesgo la salud futura del recién nacido.
Negligencias referidas al feto
Cuando la actuación por parte de los médicos y demás personal pone en peligro la salud del recién nacido, hablamos de sufrimiento fetal. Entre los casos más comunes de este problema encontramos:
Hipoxia fetal
Se produce cuando existe una falta de oxígeno o de sangre en el cerebro del neonato durante el parto. Es una de las complicaciones más comunes y puede acarrear graves consecuencias para su salud.
Una de ellas es la Encefalopatía Hipóxico Isquémica o EHI, que afectaría al feto a nivel neuronal alterando las capacidades motoras o los reflejos. En un escenario más grave, puede traer consigo la muerte cerebral.
Daños provocados por el uso de fórceps
A veces, el instrumental médico destinado a facilitar el parto puede usarse de forma indebida. Hablamos de la utilización de fórceps o de ventosas obstétricas, tanto en partos naturales como en cesáreas.
Hay multitud de casos de sufrimiento fetal por el mal uso de estas herramientas, a veces por su manejo incorrecto por parte de personal poco experimentado.
Los daños por fórceps o ventosas pueden producirse en el bebé, pero también en la madre.
Diagnósticos erróneos
El error en el diagnóstico prenatal es aquel que se produce durante el embarazo. El personal médico podría pasar por alto una patología en el feto o comunicar un diagnóstico equivocado.
Hay multitud de diagnósticos erróneos que podrían haber informado previamente a los padres en situaciones de Síndrome de Down, fibrosis quística, daltonismo, enanismo y otros muchos.
Cuando una patología no es diagnosticada prenatalmente, el recién nacido estaría condenado a padecer sus consecuencias sin que se hubieran podido tomar medidas previas. Se trataría, pues, de un caso de mala praxis o negligencia médica.
¿Qué hacer cuando se ha sufrido una negligencia en el parto?
Algunas de estas negligencias se hacen evidentes durante el propio parto, pero otras se manifiestan al pasar las semanas desde el mismo. En cualquier caso, es preciso actuar ante cualquier sospecha de que algo anduvo mal durante la intervención. No conviene dejar pasar demasiado tiempo desde la intervención, pues de lo contrario podría ser más difícil efectuar la demanda.
Si crees que se ha producido una negligencia en tu parto o en el de una persona que conozcas, lo más prudente es ponerte en contacto con un abogado especialista en este tipo de mala praxis. Solo de esta forma podrán atender tu caso como merece, evaluando si existe una causa demostrable y es posible iniciar una reclamación.
¿Cómo reclamar ante una negligencia médica?
Si te consideras víctima de un error médico que pudo haberse evitado, has de saber que emprender acciones legales por tu propia cuenta no es la mejor opción. Las aseguradoras y abogados de los centros públicos o privados intentarán favorecer a sus clientes y que no obtengas indemnización alguna por el daño causado.
Es por eso que la mejor vía posible es ponerse en manos de abogados especializados en Derecho Sanitario. Son profesionales centrados en el campo de las negligencias médicas, como las ocurridas durante el parto, y pueden asesorarte de forma personalizada.
Como posible víctima, tendrías derecho a una indemnización física, material y por daños morales. En esta web podrás ponerte en contacto con abogados especializados que estudiarán tu caso en detalle y te acompañarán en todo el proceso. Como persona vulnerable es importante no sentirse sola ante un caso de negligencia médica.
Ramos Mesonero, abogados de negligencias médicas
En definitiva, tras una negligencia en el parto, tus derechos e intereses como paciente no se deberían ver perjudicados. Es por eso que resulta fundamental contar con una ayuda como la del equipo de Ramos Mesonero. Solo así podrás defenderte eficazmente ante la Justicia y obtener la debida indemnización.