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El Jerdín de San Francisco, degradado
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El Jerdín de San Francisco, degradado (Foto: Antonio Castro)

El Jardín de San Francisco, profundamente degradado

martes 20 de septiembre de 2022, 17:29h

El año 2007 se inauguró con gran repercusión un nuevo parque en el centro de Madrid: la dalieda de San Francisco. Se trataba de la recuperación de un solar abandonado junto a la basílica de San Francisco el Grande, encima del conocido como Parque de la Cornisa. La apertura de este espacio verde permitió, además, habilitar un nuevo balcón desde el que apreciar una gran vista panorámica de Madrid. La dalias, flores que originalmente dieron el nombre al parque, no lograron aclimatarse como para ser exclusivas así que en 2016 se sustituyeron por rosales, que son más resistentes y tienen mayor floración. Se lo conoce también como el jardín de San Francisco. Junto a la balconada se instaló un grupo escultórico conocido como El sueño de San Isidro, que realizó en 1952 el artista Santiago Costa para, inicialmente, colocarlo en la glorieta de San Vicente. Al parque se puede acceder por las calles Bailén y del Rosario.

Quince años después de esta apertura, el parque presenta una degradación galopante. Los macizos de rosales se mantienen, más o menos, en buen estado pero el conjunto está descuidado y, en algunos rincones, lleno de suciedad y desperdicios de todo tipo. Los macetones de madera en los que se plantaron algunas especies arbóreas están totalmente vandalizados por los grafiteros. Lo mismo ocurre con los muros en el límite de San Francisco el Grande, con restos de las primitivas arquerías. El encintado granítico de los parterres está igualmente lleno de pintadas. Una parte de la barandilla que protege el mirador ha sido derribada y permanece en tierra, con el consiguiente peligro de caídas. Hasta los grafiteros han actuado en el grupo escultórico, de momento con discreción pero, si no se eliminan, irán en aumento con toda seguridad. Hasta hay plantada una tienda de campaña junto a la barandilla.

Conseguir más y mejores zonas verdes fue una de las reclamaciones continuadas de los vecinos de este barrio. Ya se logró que se abandonara el proyecto del obispado de construir varios edificios sobre el terreno del parque de la Cornisa.

Una vez conseguido el parque de la antigua dalieda, su conservación parece que es prácticamente nula y está dejando de ser un espacio agradable para el paseo y descanso de los vecinos. Situación que se repite en el mirador de las Vistillas, con grave deterioro del conjunto monumental dedicado a Ramón Gómez de la Serna.

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