Investigadores del Hospital General Universitario del Gregorio Marañón han desarrollado un tratamiento único en el mundo que permitirá alargar la vida de los niños que hayan sufrido un trasplante de corazón, ya que hasta ahora el tratamiento utilizado no era una solución definitiva debido al rechazo inmunológico del organismo al órgano trasplantado.
En comparación con los menores sanos, hasta ahora no se ha podido garantizar la esperanza de vida en los niños trasplantados, ya que tarde o temprano el órgano era rechazado por el organismo, por lo que el menor precisaba de otro nuevo órgano.
El doctor Rafael Correa, que ha dirigido el equipo de investigación de este tratamiento celular, ha recalcado que lo más destacable es que ya son tres los bebés que han recibido este tratamiento y “los resultados obtenidos en el primero de los pacientes, aunque son preliminares, son muy esperanzadores y pueden abrir una nueva era en el manejo clínico de rechazo inmunológico”.
“El paciente español es el ciudadano del mundo con más posibilidades de conseguir un trasplante”
De los tres bebés, la primera en recibir esta terapia ha sido la pequeña Irene, de seis meses de edad, que tuvo que ser trasplantada debido a un defecto en su corazón con el que había nacido. La niña evoluciona favorablemente y ahora se estudia en ella cómo la terapia thyTreg puede disminuir el riesgo de rechazar su nuevo corazón.
El tratamiento celular
Esta terapia celular pretende equilibrar las células T reguladores (Treg) y las efectoras, que son las que atacan al órgano trasplantado y finalmente producen el rechazo. En este sentido, el problema es que, a causa del trasplante, las células Treg quedan cuantitativamente reducidas, lo cual produce un desequilibrio entre estas células.
En esta línea, el doctor ha explicado que “nuestro mecanismo natural de tolerancia se ve sobrepasado, en parte, por los tratamientos inmunosupresores, porque tienen un efecto negativo sobre estas células reguladoras que, de forma natural, podrían evitar el rechazo”. Así, lo que se ha podido observar en los niños trasplantados de corazón es que “se produce una caída en los valores de estas células reguladores en los primeros años después del trasplante, lo que provoca este desequilibrio de células”, indica.
Estas células T reguladoras son las que controlan y reducen las respuestas inflamatorias inadecuadas, por lo que un equilibrio entre ambas células hace que no se produzca el rechazo. La solución, por tanto, pasa por aumentar este número de células T reguladoras. El problema, en el caso de los adultos, es que esta terapia ha sido siempre inviable para ellos debido a la baja cantidad y calidad de las “envejecidas” células Treg. En el caso de los niños, el problema es que, al ser tan pequeños, no era posible extraerlas a través de la sangre, ya que la cantidad necesaria era demasiada para un cuerpo tan pequeño.
El trabajo de investigación de Esther Bernaldo de Quirós ha permitido desarrollar un tratamiento mediante el cual se obtienen las células Treg de un tejido que cubre el corazón llamado timo (órgano que se sitúa encima del corazón), y no mediante la extracción de sangre, y que habitualmente se deshecha en el trascurso de las cirugías cardiacas infantiles.
La novedad de este proyecto, según ha subrayado el doctor Correa, es que han acudido a la fuente original de estas células para extraerlas. Y ha añadido que “estas células tienen una duración mucho más prolongada”.
Madrid, ciudad pionera a nivel mundial
Por su parte, Beatriz Domínguez, directora de la Organización Nacional de Trasplantes, ha dado su enhorabuena a todo el equipo de investigación y ha recalcado que, en base a los trasplantes que se realizan cada año en nuestro país “el paciente español que necesita un trasplante es el ciudadano del mundo que más posibilidades tiene de conseguirlo”.
Sin embargo, ha querido añadir que, a pesar de la importancia del éxito cuantitativo español en materia de trasplante, “hoy celebramos la apuesta en España también por la calidad y por los resultados del trasplante, que tiene que venir siempre de la mano por la apuesta por la innovación”.
A pesar de que se ha conseguido “manejar la terapia inmunosupresora para que nuestros pacientes tengan una larga vida”, esta nueva terapia aporta muchas más “mejorías”. En este aspecto, ha querido remarcar dos aspectos que considera esencial de este proyecto. El primero guarda relación con la época en la que se ha llevado a cabo, “porque se ha seguido apostando continuamente por la innovación aún en tiempos de Covid”. La segunda tiene que ver con el “carácter multidisciplinar” del proyecto, porque “hemos visto como en un único centro, pero con la implicación de muchos profesionales, se ha pasado de lo más básico, que era el asilamiento de esas células T reguladoras, hasta su implantación, su infusión y su seguimiento, que pone de manifiesto la excelencia de nuestro sistema sanitario”.
Por su parte, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha expresado su orgullo por el conocimiento de “otro nuevo granito de la sanidad española, que permite situar a la Comunidad de Madrid como pionera a nivel mundial”.
Y no ha dudado en afirmar que “en Madrid contamos con la mejor sanidad”. Además, ha insistido en la implicación por parte del gobierno de la Comunidad para “seguir apoyando la investigación sanitaria”, destacando su “gran potencial en material de trasplantes”.