El inglés es la primera lengua del planeta. Aunque el castellano también es una de las más extendidas, la Lengua de Shakespeare es, por antonomasia, el idioma global, el que todo habitante debe conocer aunque sea mínimamente para poder garantizar su comunicación con gente de cualquier punto del mundo o, incluso, tener acceso a más y más variada información.
Vivimos en un situación en la que la globalización cada vez es mayor, en la que todo está relacionado o conectado. Las barreras entre países cada vez están más difuminadas, sobre todo en internet. Solo tienes que echar un vistazo a los nombres de las redes sociales más famosas (Twitter, Facebook, Instagram...) para ver cómo proceden del inglés e incluso cómo vocablos relacionados con ellas (tuitear, por ejemplo), son españolizaciones de términos acuñados en un idioma que no es el nuestro.
Aprendemos desde pequeños, en el colegio. Seguimos avanzando en la educación secundaria y tratamos de pulirlo en los estudios superiores; pero dominar este idioma es algo que requiere de mucho más, de una formación constante y, sobre todo, de calidad. Tardamos años y años en aprender nuestro propio idioma, por lo que es completamente lógico aseverar que se requiere una cantidad de tiempo similar en dominar uno extranjero, sobre todo cuando no es algo que necesitas usar a diario.
¿Lo bueno? Que cada vez lo tenemos más fácil. Hay escuelas especializadas, ilimitadas fuentes de información en internet con las que formarnos, incluso multitud de contenidos que nos ayudan a acostumbrarnos al idioma. El inglés es el lenguaje mundial, muy presente en esa red de redes en la que cada vez estamos más integrados en la actualidad y, por tanto, muy presente en nuestro día a día.
Por eso mismo, la formación de inglés para empresas es algo fundamental. Si quieres que tu negocio vaya a más, si quieres que siga creciendo como crees que se merece, es necesario que los que forman parte de él tengan conocimientos en este idioma tan extendido por el mundo. Pequeños términos técnicos, expresiones o hasta la comunicación con contactos en el extranjero giran en torno al uso de esta lengua; y es que, el que más o el que menos sabe decir algo. Otra cosa es que lo domine lo suficiente como para saber expresarse claramente.
Además, este tipo de formación puede suponer bonificaciones del 100% en las cuotas de la Seguridad Social gracias a bonificaciones a través de la Fundación Tripartita, será la propia empresa la que podrá decir cómo y cuándo realizarlo.
No son pocos los factores positivos de ofrecer cursos para formarse en este sentido dentro de una empresa. Los profesionales con dominio del inglés, y de idiomas en general, tienen un valor adicional gracias a esta preparación. Esto, además, hace que la competitividad del negocio aumente, permitiendo relaciones comerciales a nivel internacional e incluso se mejore a nivel de promoción gracias a poder abarcar a un mayor espectro de población.
Puede parecer una exageración, pero la formación en idiomas no hace más que traer ventajas a un negocio. Y no, no hablamos de imponerlo como requisito indispensable para formar parte de una empresa, algo relativo según las funciones a ejercer, sino a fomentar su aprendizaje en el interior. Así, el empresario puede asegurarse de contar con una plantilla especializada, cualificada y repleta de profesionales versados en su labor y con las posibilidades comunicativas suficientes como para moverse en el ámbito internacional sin temor.
Con la conexión a nivel mundial de la que disponemos en la actualidad, aprender inglés es prácticamente obligatorio. El desconocimiento del idioma puede imponer una serie de barreras infranqueables en multitud de sectores y situaciones. Ya sea acceder a cierta información disponible únicamente en el idioma, manejarse en un entorno de aplicaciones, tratar con una empresa extranjera, con un cliente o hasta viajar. Todo esto eleva su dificultad de manera exponencial si no se poseen unos conocimientos mínimos, y puede reducirse a nada si se tiene una preparación adecuada.
Afortunadamente, cada vez son más y mejores las formas de prepararse en el estudio de esta lengua. Aquí hemos hablado de la existencia de cursos de formación en empresas, una práctica cada vez más frecuente; pero hay multitud de academias de idiomas, profesores nativos o vías alternativas con las que aprender o pulir tus técnicas tanto de escritura como de habla en inglés. Sobre todo ahora que tenemos una herramienta tan potente como es internet, repleto de facilidades y conectado con el mundo entero para traernos todo lo que necesitemos, siempre que sepamos cómo buscar.
Ya seas un trabajador que ha llegado a estas líneas por curiosidad o un empresario que se está planteando formar a sus empleados, tenlo muy claro. El conocimiento del inglés se está volviendo fundamental, y con el paso de los años la necesidad de controlarlo se va a convertir en algo totalmente necesario en todos los ámbitos.