El 5 de abril de 1947 el teatro de La Latina –que tiene su origen en un barracón cinematográfico de 1907- recuperó la actividad teatral con el estreno de ‘La blanca doble’ una revista de Paradas, Jiménez y del maestro Guerrero. Fue un gran triunfo para Zori, Santos y Codeso y la vedette Mary Campos. Han pasado setenta años desde entonces y ahora la revista vuelve a este escenario. Es otra resurrección tras el abandono del género el 4 de abril de 1993. Esa noche Lina Morgan echó el telón de ‘Celeste no es un color’ y nunca volvió a subirse a un escenario, ni al suyo, que era el de La Latina. Fue el final de una época y casi de un género que había aparecido en la segunda mitad del siglo XIX.
‘Un chico de revista’ ha devuelto las plumas y las lentejuelas a La Latina y se anuncia como la resurrección del género. Sobre un texto de Juan Andrés Araque, se intercalan números musicales, como mandan los cánones revisteriles. Los nostálgicos, seguramente, echarán una lágrima cuando oigan nuevamente en ese teatro el ‘Gracias por venir’.
Las revistas musicales del siglo XX –con ‘Las Leandras’ (1931) a la cabeza- ya tenían una historia, un hilo argumental en el que intercalar los temas musicales, siempre originales.
En ‘Un chico de revista’ vemos a una vedete en su madurez llamada Yolanda del Val. Estamos en los años sesenta y ella es una estrella del teatro. Pretende reverdecer sus éxitos estrenando un nuevo espectáculo en Madrid. Cree que todavía es esplendorosa. Paralelamente llega a Madrid desde el Sacromonte un joven gitano que quiere triunfar también en la capital como artista flamenco. Aunque su sueño secreto es ser boy de revista. Así que se presenta a las audiciones de Yolanda del Val y entra en la compañía. No les decimos por qué, pero acaba siendo también una estrella de revista.
Con esta producción, que dirige Juan Luis Iborra, reaparece Rosa Valenty, seguramente la mejor opción –sino la única- para dar vida a la crepuscular Yolanda del Val. Las grandes supervivientes del género, Esperanza Roy, Raquel Daina, Vicky Lusson, Tania Doris… hace tiempo que renunciaron a volver a colocarse las plumas.

La Valenty, que empezó en el café teatro y deslumbró con la Venus Calipigia de ‘La carroza de plomo candente’, desnudo incluido a pesar de la censura, acabo de vedette y sorprendió muy gratamente en la primera edición de la antología ‘Por la calle de Alcalá’. Después ha seguido como actriz de comedia, pero se ha reencontrado con su mejor época con esta producción.
Su compañero es Cayetano Fernández, uno de los artistas de musical más interesantes de las últimas temporadas. Su trabajo en ‘El cabaret de los hombres malditos’ fue deslumbrante. Como el de sus compañeros, todo hay que decirlo.
Además intervienen Ángel Pardo, Pepa Rus, Amelia Font, Edu Morlans, Andreu Castro y María Vidal. Hay un cuerpo de baile con diez componentes y una orquesta en vivo que encabeza César Belda.
Lo que no encontrarán los espectadores que vivieron las épocas de gloria del Alcázar, el Albéniz, el Fuencarral o el Calderón, será la pasarela. Rodeaba el foso orquestal y era obligada para el desfile de los artistas. Suponemos que será por motivos económicos. Recuperarla en la Latina hubiera supuesto perder cincuenta o sesenta butacas de patio. Y tal y como están los tiempos…
‘Un chico de revista’ ha despertado curiosidad. Entre el público adulto por la nostalgia. Entre el joven por conocer un tipo de espectáculo del que habrán oído hablar en casa pero que no han tenido oportunidad de ver.