La Policía Nacional ha detenido a un hombre por amenazar con atacar la embajada de Reino Unido en Madrid. El sujeto ya fue arrestado en 2009 por disparar contra el consulado británico en Málaga.
Según han explicado fuentes policiales a Europa Press, se trata de un varón de 68 años y nacionalidad libanesa que cuenta con múltiples antecedentes relacionados con armas de fuego.
Por su parte, la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha indicado en un comunicado que esta persona realizó varias llamadas telefónicas el pasado día 11 a la embajada del Reino Unido advirtiendo de que en un plazo de 72 horas iba a lanzar un ataque contra los intereses y edificios diplomáticos del país británico: "Atacaré vuestros intereses británicos en España en 72 horas", expuso el detenido en esas llamadas.
Al tener conocimiento de estas graves amenazas, agentes de Policía Nacional abrieron una investigación y junto con la colaboración de los responsables de seguridad de la embajada consiguieron identificar al autor de las llamadas "de manera rápida".
Concretamente, averiguaron que era un hombre que ya fue arrestado en 2009 por disparar cinco veces contra la bandera y el escudo del consulado del Reino Unido en Málaga, siendo grabado en vídeo por diferentes redes sociales. Entonces, dijo que acometió el ataque porque las autoridades británicas no le daban permiso para viajar al país, donde residen sus hijos.
Por este motivo, se consideró al detenido como un "potencial y extremo peligro" contra la seguridad de los representantes diplomáticos británicos y sus intereses legítimos. Así, se estableció un dispositivo de búsqueda y localización que acabó con la detención del presunto autor de los hechos en la localidad malagueña de Benalmádena.
Además el arrestado, "viejo conocido" por diversas unidades policiales por su amplio historial delictivo, utilizaba hasta diez identidades distintas para impedir su localización.
Por ello, el individuo fue detenido como presunto responsable de delitos de desórdenes públicos, siendo puesto a disposición de la autoridad judicial quien decretó una orden de alejamiento de más de 500 metros de edificios y personas diplomáticas británicas y la prohibición de mantener cualquier tipo de comunicación telefónica con las mismas.