www.madridiario.es

PREMIO MADRID 2016 AL HOMBRE DEL AÑO

Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes
Ampliar
Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (Foto: Kike Rincón)

Rafael Matesanz: “Lo que le importa al paciente es que llegue el órgano lo antes posible”

Su paso por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) está plagado de éxitos: 13 trasplantes al día y 40 donantes por millón de habitantes. Unas cifras que conoce a la perfección su fundador, Rafael Matesanz (Madrid, 1949), que desde hace 27 años lidia la dificultosa batalla de las donaciones y trasplantes. Gracias a su labor, España se sitúa a la cabeza mundial con algo más de 100.000 trasplantes a lo largo de todo este tiempo. Con su retirada a la vuelta de la esquina, cuando se elija nuevo Gobierno, Matesanz, que también fue jefe de la sección de Nefrología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, recibirá el próximo 6 de junio el galardón 'Hombre del Año', de los Premios Madrid. Un reconocimiento a su extensa trayectoria y al modelo que ha sido reconocido mundialmente, situando las tasas de donaciones de nuestro país por encima de la media europea y mundial.

¿Se considera 'Hombre del Año'?

Siempre es un honor que a uno le consideren el hombre del año, hace ilusión y me encanta.

Lleva 27 años en la Organización Nacional de Trasplantes. Cuando llegó en 1989, ¿qué recuerdos guarda de los inicios?. En esa época, la mayor parte de los enfermos no tenían acceso a los trasplantes, ¿no?

Antes los trasplantes eran mucho más artesanales. En los años sesenta se comenzó con el transplante de riñón, que es el más simple, y luego vinieron los más gordos, como el de corazón e hígado. Faltaba potenciar la donación porque había poco donante, y crear una estructura para coordinar todo: los aviones, medios de trasnporte, listas de espera. Necesitábamos una renovación total del sistema y eso fue lo que nosotros hicimos. Cuando llegamos, la tasa de la donación de España era inferior a las de nuestros países vecinos y solo en tres años, en 1992, conseguimos ser los primeros del mundo y ahí seguimos.

En 1992, España se situaba a la cabeza mundial de los trasplantes y a día de hoy, continuamos en la misma línea, ¿cómo se logra mantener la continuidad del liderazgo?

A día de hoy hemos ido incrementando el número de donantes y aumentando las diferencias con el resto de países. Se consigue de muchas maneras, pero sobre todo realizando cosas distintas. Si en este momento, estuviésemos haciendo lo que hacíamos hace 20 años, ya no seríamos los primeros del mundo. La donación es un proceso que se debe a la generosidad de la población pero que es necesario organizarlo. Y para hacerlo bien hay que ir introduciendo todas las mejoras técnicas y de enfoque, para detectar posibles donantes. Y la prueba es que en el año 2015 alcanzamos unos máximos históricos y es probable que este año volvamos a rebasarlos. España ha superado ya los 100.000 trasplantes.

¿De qué cifras estamos hablando?

En 2015 hemos llegado a los 40 donantes por millón de habitantes. La media de la Unión Europea está en 19, menos de la mitad. Por ejemplo, países tan desarrollados como Alemania, están en 10 donantes y EEUU, en 25. Por tanto, les sacamos muchos puntos. Incluso si cogiésemos comunidad por comunidad, las 17 comunidades autónomas españolas ocuparían los 17 primeros lugares del mundo. Algunas como La Rioja y Cantabria están por encima de 70 donantes por millón de habitantes. Las cifras españolas no tienen ningún tipo de comparación con ningún país del mundo.

Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes

¿La donación de órganos está en el mejor momento en Madrid? ¿Qué posición ocupa la ciudad?

Madrid es una comunidad que se caracteriza por tener unos equipos de trasplante de altísima calidad, que además han sido referencia para el resto de España. Las cifras de donantes en Madrid suelen estar en 37 donantes por millón en 2015, un poquito por debajo de la media española pero por encima de cualquier país del mundo. En cuanto a hospitales, el Doce de Octubre es el centro que mayor número de trasplantes realiza -256 trasplantes en 2015.

¿Quiénes son los principales donantes?

En estos momentos, los donantes españoles son gente de avanzada edad que fallecen como consecuencia de un accidente cerebrovascular, un ictus, una hemorragia o una trombosis. Es posible que mucha gente tenga la idea de que un donante de órganos es un chaval joven que iba en moto sin casco. Esto era verdad hace 30 años, pero hoy afortunadamente no es así. Los accidentes de tráfico son solo un cuatro por ciento de todos los donantes. La mayoría son personas que ha superado los 70 y 80 años. España es un país muy envejecido tanto en donantes como en trasplantes porque también trasplantamos a personas en edades muy avanzadas. Hoy en día, mantenemos esos récords de donación gracias a la generosidad de nuestros mayores.

¿Cuáles son los trasplantes más demandados?

El trasplante más demandado, con diferencia, es el de riñón porque la insuficiencia renal tiene una incidencia grande. Las personas a las que le fallan los riñones puede vivir con una cierta calidad de vida con la diálisis, con lo cual da tiempo hasta que llegue ese trasplante renal. En España nos vamos a ir este año a más de 3.000 trasplantes de este tipo, lo que supone un 70 por ciento de todos los trasplantes de órganos que hacemos. Los trasplantes de médula ósea también han crecido en los últimos años, igual que los de tejidos, huesos y córnea. Contando todo tipo de trasplantes, en España se hacen entre 15.000 y 20.000 al año.

¿Y los trasplantes que tienen una mayor lista de espera?

El que tiene más lista de espera en estos momentos es el de riñón que está en algo más de 4.000 pacientes. 1.000 personas más conforman la lista para esperar trasplante de otros órganos. La esperanza de conseguir un riñón en España es muy alta y, sin duda, la más probable de todo el mundo -en unos 15-18 meses se cosigue el trasplante-. En el caso del hígado, la espera son cuatro meses; tres para el corazón, cinco o seis para pulmón y unos diez meses para el páncreas.

¿Cuál es la situación de las donaciones en vivo?

Hay dos órganos que se pueden donar en vivo. Uno es el riñón porque todo el mundo tiene dos riñones y si no se tiene ninguna enfermedad, es seguro donar a un familiar uno de ellos. El otro es el hígado, un órgano que se regenera. Se suele donar de padres a hijos: si se trata de un niño se dona el lóbulo izquierdo del hígado, el pequeño; si se trata de una persona adulta, se suele donar el lóbulo derecho. En el caso del trasplante renal, proporciona mejor supervivencia si la donación se hace en vivo que si ha fallecido. En España, ha ido creciendo los trasplantes renales en vivo cada año hasta situarse en 400. El de hígado es más complicado porque tiene riesgos para el paciente. Se realiza poco en España, en torno a los 25 y 30 trasplantes, de los cuales la mayoría son para niños.

Crece la donación en vivo para trasplantes renales, pero en general, este tipo de donación se ha estacando, ¿no?

En España hay tal sobreabundancia de personas fallecidas que la necesidad de donación de vivo, disminuye. Hay otros países en los que este tipo de donación es más elevada porque no tienen tanta donación de personas fallecidas y les hace falta. Aquí, con el de riñón, por ejemplo, sabemos que es bueno hacerlo en vivo pero la presión que puede tener una persona no es tan alta porque tienen la posibilidad de conseguir el órgano de otra forma.

¿Existe un protocolo de actuación para la donación y trasplantes?

La donación estándar se produce cuando una persona, bien por un accidente cerebrovascular, un traumatismo o accidente de tráfico es trasladada a un hospital donde puede estar días o semanas hasta que fallece. No suele hacerse de manera inmediata. La persona fallece en el hospital cuando se certifica la muerte cerebral que es el momento en el que produce la extracción de los órganos para su posterior trasplante. Solo en el caso de la donación en asistolia (parada cardiaca) tienen que seguir un protocolo diferente con una actuación muy rápida desde que se produce el accidente y hasta que se extraen los órganos, pero no suele ocurrir casi nunca. El donante estándar son personas que están ingresadas en los hospitales y ahí es donde se produce la muerte.

Los órganos donados en España, ¿se quedan nada más que aquí?

Hay intercambio con los países vecinos pero es muy pequeño. En general cuando se produce una donación en España o en cualquiera de los países cercanos como Portugal, Francia e Italia, y no hay un receptor local en ese país, se ofrece a todos los países de la zona para ver si hay un receptor adecuado. Pero es un porcentaje muy bajo y está condicionado también por las distancias. Desde que se obtiene un órgano y hasta que se trasplanta, en el caso de corazón y pulmón, tan solo pueden transcurrir tres o cuatro horas. En el caso del hígado, cinco o seis y en el de riñón, un poco más. Esto significa que nuestro intercambio es con países cercanos porque a otros no llegamos.

¿Sería apropiado que las familias de donantes y receptores se conocieran?

Está prohibido por ley desde el 79. Lo que pasa es que no es una ley universal. En Estados Unidos está permitido que se conozcan, incluso se van de barbacoa. He tenido ocasión de ver situaciones ligadas al trasplante renal en el Hospital Ramón y Cajal. Donante y receptor se conocieron al realizarse todo el proceso en el mismo hospital y la primera vez que se produce parece agradable pero cuando se repite puede llegar a provocar situaciones muy viciadas. Evidentemente, si se empeñan en conocerse ambas familias es muy difícil prohibirlo porque es sencillo que se enteren. Pero nosotros como médicos y organización no damos ningún dato y les recomendamos que no lo hagan porque va a ser peor el remedio que la enfermedad.

¿Cómo es su día a día?

Son jornadas con poco tiempo libre porque siempre hay historias pendientes. Aunque la ONT parece que va sola no es así. Son muchos frentes abiertos: tipos de trasplantes, donación, comunidades autónomas y todo lo que se refiere a la comunidad internacional. A lo que hay que añadir los viajes por todo el mundo. Y eso va pesando en uno mismo y en tu familia.

Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes

¿Ese agotamiento es una de las razones por las que ha anunciado que se jubila cuando tengamos nuevo gobierno?

Cuando haya nuevo ministro, que sería mi catorceavo responsable de Sanidad, es el momento. Voy a cumplir los 67 y otra legislatura más parece que es demasiado. Ahora tenemos una buena situación y hay que dejar las cosas cuando van bien. Estamos en máximos de donación de órganos y de médula y no hay grandes problemas en la organización para la persona que me sustituya.

Usted que creó la ONT, ¿cuál es la fórmula para sobrevivir a tantos ministros de Sanidad?

Es muy complicado porque además de los catorce ministros hay que lidiar con todo el equipo que lo acompaña. Y como mi misión es coordinar 17 comunidades se puede uno imaginar el trabajo. Ha habido de todo, gente buena y otros poco preparados que no dan la talla para estar en el cargo. En esos casos, hay que sobrevivir como se puede.

Hasta que se vaya, ¿cuáles son los próximos retos de la Organización?

Estamos en un momento espléndido para la donación de órganos porque realmente el ritmo de crecimiento es espectacular. Los nuevos tipos de donaciones, como los donantes en parada cardíaca, ha contribuido a ese buen incremento. Si en 2015, llegamos a los 40 donantes por millón de habitantes, en este año seguro que vamos a lograr alcanzar los 42. Para nosotros hay un solo objetivo: que la gente done órganos y el trasplante se haga en el menor tiempo posible para que la lista de espera sea lo más baja. El problema no es que haya más o menos enfermos en lista de espera, el problema es cuanto tarden esos enfermos en ser trasplantados. A una persona le da lo mismo que esté acompañada de uno que de mil. Lo único que le importa es que sea en el menor tiempo posible. Y eso lo estamos consiguiendo gracias a la innovación.

La terapia celular, ¿forma parte también de esos retos?

La terapia celular es en realidad un trasplante de células. Esta terapia consiste en introducir células en un tejidos para poder tratar enfermedades. Una de las líneas más importantes de esta investigación es el uso de células madre del propio paciente en las que se ha puesto muchas esperanzas, a veces no conseguidas. Pero es verdad que, en determinados campos, está empezando a funcionar, sobre todo impidiendo que determinados órganos lleguen a su situación terminal y necesiten trasplante.Hay dos vías: la posible creación con células madre de órganos bioartificiales y otra es aplicar células a miocardio evitando que ese corazón entre en insuficiencia y necesite ser trasplantado o al menos, retrasando el momento del trasplante. En las grandes quemaduras y en lesiones diabéticas también se están aplicando esta terapia celular con avances importantes.

¿Qué esperar de su sucesor?

Lo único que le pediría es que continuase trabajando con las líneas fundamentales de la ONT. Las cosas que funcionan bien se pueden perfeccionar pero cambiarlas radicalmente, no parece lo más adecuado. Espero que mi sucesor salga de la propia organización. Es un organismo que hemos hecho a medida, lo hemos inventado nosotros y esto no se aprende fuera de aquí.

Cuando disponga de más tiempo libre, ¿qué le apetece hacer? ¿Cuáles son sus aficiones?

Me gusta mucho la lectura y la música. También estar con mi familia y con mi nieto pequeño que es una delicia. Y cuando tengo tiempo, que suele ser casi nunca, hacer ejercicio. Pero lo que más me va a gustar es lo que no he tenido hasta ahora: tiempo.

Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes
Ampliar
Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes (Foto: Kike Rincón)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
1 comentarios