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La insolidaridad de “la izquierda nacionalista catalana”

miércoles 29 de octubre de 2025, 15:34h

El 19 de junio de 1987, en la ciudad de Barcelona, la organización terrorista ETA colocó un coche bomba, cargado con 30 kilos de amonal, cien litros de gasolina, escamas de jabón y pegamento hasta sumar 200 kilos de carga explosiva. Los miembros del comando “Barcelona” Joseba Ernaga, Domingo Troitiño y Rafael Caride Simón depositaron el explosivo en el maletero de un Ford Sierra robado, que aparcaron en el estacionamiento de Hipercor, situado en la avenida Meridiana de Barcelona. Cuando años más tarde, fueron detenidos los autores y declararon que eligieron Hipercor por creer que era una empresa de capital francés.

En aquellos años, ya empezábamos a ver “una luz” en la colaboración francesa. Los tiempos de rechazo, de avisos y de ayudas muy puntuales y medidas quedaban atrás, aunque tardaríamos algunos años más en obtener plenas garantías del gobierno francés. ¿Cuántos muertos nos hubiésemos ahorrado, cuanto sufrimiento y cuanta inestabilidad política había estado en manos de nuestros vecinos del norte?

Los acontecimientos previos a la explosión comienzan con tres llamadas de aviso, según Troitiño, uno de los autores del atentado, a la Guardia Urbana de Barcelona, al diario Avui y a la administración del establecimiento, desde una cabina telefónica.

La información era confusa porque no daba detalles de donde estaba el explosivo, no mencionando que se encontraba en el interior de un vehículo, y señalaba la hora de la explosión para las 15.30, dando un margen de entre cinco y quince minutos desde la llamada, 38 minutos antes de la hora real. Se movilizaron los servicios de seguridad de la empresa, la Policía y la Guardia Urbana, y al no ser encontrado ningún paquete sospechoso y sobrepasarse la hora señalada para la explosión, la dirección de Hipercor y las fuerzas policiales no consideraron necesario el desalojo del local.

Un último factor fue que, en aquella época, según informó La Vanguardia, se recibían una veintena de avisos de bomba, siendo doce los recibidos ese día. Al ser un viernes a primera hora de la tarde, el local, sin estar lleno, tenía más gente de la que era habitual a esa hora.

A las 16.10 actuó el temporizador que activaba los explosivos, ocasionando una enorme explosión que voló por los aires la primera planta del garaje, y provocaba un socavón de 5 metros de diámetro en el suelo de la planta superior, por el que penetró una bola de fuego que abrasó a todas las personas que encontró a su paso. La mezcla explosiva tuvo efectos similares a los del napalm, pegándose a los cuerpos y elevando la temperatura hasta los 3.000 grados. Además, los gases tóxicos producidos provocaron la muerte por asfixia de otras personas no afectadas directamente por el fuego. Como consecuencia, perecieron 21 personas y otras 45 resultaron heridas de diversa consideración. Algunos de los fallecidos, la mayoría de los cuales eran mujeres y niños, quedaron completamente carbonizados. Los daños materiales fueron valorados en 400 millones de pesetas.

Cuatro miembros de ETA fueron condenados por la Audiencia Nacional a penas de casi 800 años cada uno en dos juicios celebrados en 1989 y 2003.

Domingo Troitiño: 794 años de prisión como autor material de la masacre. Fue puesto en libertad en 2013, habiendo cumplido 26 años de prisión.

Josega Ernaga: 794 años de prisión como autora material de la masacre. Salió de prisión en diciembre de 2014, tras pasar 27 años y medio en prisión.

Rafael Caride Simón: 790 años y medio de cárcel como ideólogo del atentado y participante en el mismo. Obtuvo la libertad en agosto de 2019. Dispuso del segundo grado desde el 2017.

Santiago Arróspide Sarasola, Santi Potros: 790 años y medio de cárcel, como máximo responsable de los comandos de liberados de la banda. Salió de prisión en agosto de 2018, tras pasar 18 años en prisión.

La mañana del 20 de junio, el ministro José Barrionuevo, los directores de la Policía y de la Guardia Civil, y yo mismo, nos entrevistamos con el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, en el palacio de La Moncloa, presentándole nuestras dimisiones. Alguno de los periódicos de la mañana, en su editorial, cuestionaban la respuesta dada por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad a la llamada de ETA, considerando que se había tardado en responder a la amenaza.

El presidente, a pesar de nuestra insistencia, rechazó las dimisiones con energía, y nos alentó a que siguiésemos al frente de la lucha. Sus palabras fueron estas: “La bomba la han puesto los terroristas, ellos son los autores, y tendrán que responder por este crimen, tenéis que detenerlos, y contáis con todo mi apoyo”.

Mas tarde, ya en el Ministerio, recibimos la visita de Txiqui Benegas y de José Luis Corcuera, con el fin de darnos apoyo y ánimo para seguir con tan ingrata y difícil tarea. Años más tarde, tuve como ministro a José Luis Corcuera, un hombre de ideas claras y de una energía notable.

Muchos años después, el 19 de junio de 2012, el Parlamento Autonómico de Cataluña organizó un homenaje a las víctimas de atentados terroristas sucedidos en Cataluña, aprovechando que se cumplían 25 años desde aquel gravísimo atentado. El acto fue presentado por la presidenta, Nuria de Gispert (entonces de CIU), que manifestó su apoyo a las victimas y familiares presentes en el acto. Estaban presentes, además de las víctimas de Hipercor, alguna victima de atentados llevados a cabo por “Terra Lliure”, organización terrorista vinculada al nacionalismo catalán radical de izquierdas. Una de esas víctimas, una mujer que se encontraba en la cola de la oficina del INEM buscando trabajo cuando estalló una bomba que había colocado Terra Lliure, denunció públicamente en el Parlamento que, durante el juicio por el atentado, los terroristas autores la miraban durante su declaración y la decían “que tenía que estar orgullosa porque su dolor era por el bien de Cataluña”.

En Cataluña, en aquellos años difíciles, sucedieron cerca de 300 atentados, que han supuesto 121 victimas mortales y 260 heridos, por las acciones de organizaciones terroristas, como ETA, los Grapo, Terra Lliure, el Front d`Alliberament de Catalunya , la Milicia Catalana o por el terrorismo islamista después.

En enero de 2004, el consejero en jefe de la Generalitat de Cataluña, Carod Rovira, de ERC, se reunió en Francia con la dirección de ETA, en el encuentro estuvieron, además de otros dirigentes etarras, Mikel Albizu y Mikel Antza, entonces el número uno de los pistoleros terroristas. El líder de ERC pidió a ETA que se abstuviera de atentar en Cataluña a cambio de que su partido practicara una determinada cobertura a las actividades terroristas, sobre todo en el plano intelectual y de medios de comunicación. Se trataba, en definitiva, de hacer una declaración en favor de la “autodeterminación de los pueblos”. Un mes y medio después de aquella reunión, ETA declaró una tregua en esa Comunidad.

Rafael Vera

Político socialista

Rafael Vera Fernández-Huidobro es un político español del Partido Socialista Obrero Español. Fue secretario de Estado para la Seguridad durante el gobierno de Felipe González en dos ocasiones, entre el 1982 y 1984 y entre 1986? y 1994.

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