Desde que Alsa se constituyese en 1923, hace justo 100 años, el sector del transporte por carretera ha ido dando pasos de gigante hacia lo que hoy se conoce como movilidad sostenible, y es que el futuro del sector pasa ineludiblemente por la descarbonización y la reducción de emisiones. Una premisa que la compañía ha interiorizado ya como eje central de su firme compromiso con el cuidado del medio ambiente.
De la mano de su vocación de crecimiento e internacionalización, lo que le ha permitido expandirse y operar, además de en España, en Marruecos, Portugal, Suiza y Francia, alcanzando cifras récord de 553 millones de pasajeros al año, Alsa ha venido incorporando desde hace varios años vehículos de bajas y cero emisiones a su flota.
En la misma línea, la compañía ya no adquiere ningún vehículo que no sea eco o cero emisiones. Así, cuenta ya con un total de 650 vehículos de combustible alternativo. Estos incluyen tecnologías muy diversas, desde la batería eléctrica a la híbrida, pasando por el gas natural comprimido, el gas natural licuado y la celda de combustible de hidrógeno. De hecho, el 17 por ciento de su flota en España funciona ya con combustibles alternativos. De esta forma, Alsa ha reducido sus emisiones totales de Gases Efecto Invernadero (GEI) un 10,5 por ciento desde 2015.

Hidrógeno para el transporte de media y larga distancia
En 2021 Alsa se comprometió a impulsar el uso del hidrógeno como combustible alternativo en sus operaciones, especialmente en los servicios de media y larga distancia, aunque todavía no exista una tecnología de hidrógeno ni vehículos desarrollados para operar con eficacia este tipo de servicios.
Fruto de este proyecto, en enero de 2022 Alsa puso en marcha el primer autobús urbano propulsado por hidrógeno renovable en España de forma estable y permanente. El autobús opera en la actualidad en una línea urbana en el municipio de Torrejón de Ardoz. Con el objetivo de contribuir a su despliegue, Alsa instaló al mismo tiempo una estación de repostaje de hidrógeno en su central de mantenimiento en Torrejón.
En paralelo, la compañía ha ido forjando diversas alianzas con actores clave en el sector de la movilidad. Así, es socio del consorcio español del hidrógeno "Shyne", liderado por Repsol, que tiene como objetivo promover el uso de hidrógeno renovable en todos los segmentos del transporte. Junto a socios como Bosch o Scania, el proyecto busca, entre otros objetivos, instalar al menos 12 estaciones de repostaje de hidrógeno con vistas al año 2025.
Tales esfuerzos se encaminan a alcanzar un hito tan claro como necesario: que todos los autobuses urbanos operados por Alsa en nuestro país sean cero emisiones en el año 2035. Un desafío a medio plazo que se complementa con la eliminación de emisiones también en su flota de largo recorrido en 2040.
Para Francisco Iglesias, consejero delegado de Alsa, "este proyecto es un nuevo paso en nuestro objetivo de liderar la transición a flotas limpias en nuestro país y forma parte de nuestro compromiso con la descarbonización del transporte público. La puesta en marcha de este primer autobús de hidrógeno en nuestro país es un gran ejemplo de que cuando las entidades públicas, en este caso el CRTM, y los operadores privados trabajamos juntos en busca de objetivos compartidos, los resultados están garantizados".
Una muestra más del compromiso social de Alsa es la puesta en marcha de una iniciativa solidaria para compensar las emisiones, ofreciendo a sus clientes la posibilidad de hacer una donación al adquirir sus billetes para equilibrar la huella de carbono generada. Las aportaciones realizadas se han materializado en la creación del "Bosque Alsa" en la localidad de Congosto de Valdavia, en Palencia, que ya se ha iniciado con la reforestación de ocho hectáreas en esta zona de alto valor ecológico y que quedó arrasada por un incendio en el año 2020.

Compromiso con los Objetivos del Desarrollo Sostenible
Los retos de Alsa en materia medioambiental se alinean con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por las Naciones Unidas y que son también pilares fundamentales en las políticas de la empresa, sobre todo en los relativo a la sostenibilidad, la seguridad y la igualdad de oportunidades.
En lo que respecta a la seguridad, en el último año la tasa de siniestralidad culpable se ha reducido un 20 por ciento en los servicios de largo recorrido y hasta un 60 por ciento en las operaciones en Marruecos. Además, la compañía se ha marcado el objetivo de que el 100 por ciento de su flota esté equipada con cámaras inteligentes en 2040.
En el ámbito de los clientes, Alsa ha conseguido recuperar la confianza de los viajeros tras la pandemia del coronavirus. Así, el Índice de Satisfacción del Cliente (ISC) ha superado los niveles previos a la puesta en escena del Covid-19, con una media de 8,07 puntos.
En lo que se refiere a las personas, la compañía cuenta ya con 15.000 profesionales en plantilla. En los últimos años se ha continuado avanzando en las políticas de igualdad, lo que ha permitido que el porcentaje de mujeres haya ascendido hasta el 15,2 por ciento. Un total que la empresa ha prometido incrementar hasta el 25 por ciento en el año 2035.
En cuanto a las relaciones con la Comunidad, Alsa mantiene convenios de colaboración con 28 fundaciones, ONGs y 59 universidades. La compañía focaliza su política de Responsabilidad Corporativa en acciones que favorezcan la empleabilidad de personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social a través del apoyo a entidades como Plena Inclusión o la Fundación Integra.