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Cristina Cifuentes, en una foto de archivo.
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Cristina Cifuentes, en una foto de archivo. (Foto: Kike Rincón)

Cristina Cifuentes, transparencia y ambición al frente de Madrid

Por MDO
Cristina Cifuentes está al mando de uno de los gobiernos más estables de toda España. Su eterno diálogo con Ciudadanos, el partido que le brinda su apoyo, y las medidas reformistas que está llevando a cabo su ejecutiva son las causas de que no se vislumbre ningún motivo por el que este pacto se pueda romper. Además, en el período en el que ha estado al frente de la gestora del PP madrileño, ha ganado unas elecciones regionales y se ha erigido como la líder de su partido en Madrid tras un inédito proceso de primarias. Por todo esto, el jurado de los Premios Madrid le ha otorgado el galardón de Mujer del Año.

Un halo de machismo impregnó la primera pregunta a la que fue sometida antes de convertirse en Delegada del Gobierno en Madrid: "¿No te da miedo dirigir a los cuerpos de seguridad siendo mujer?". Pese a que varias antecesoras ya eran mujeres, no se libró de la cuestión. Su respuesta fue clara y concisa: "No". Esa negativa mostró la ambición de la que es acreedora y que nunca ha negado tener.

Y es que, si ser de verdad en un mundo con tantos prejuicios es extremadamente difícil, enfrentarse a ellos y a la opinión pública siendo político, donde el postureo está a la orden del día y las palabras están medidas, convierte a quien se atreve en equilibrista de un juego en el que salir bien parado es una fina cuerda por la que caminar con peligro de caer al abismo.

Por eso, hoy en día hay muy pocos políticos que se atrevan a mostrarse tal como son cueste lo que cueste. Uno de esos casos es el de Cristina Cifuentes, una mujer que no se esconde de sus creencias ni de sus valores, algo que le ha llevado a tener enemigos tanto dentro como fuera de su partido. Republicana y agnóstica, ha luchado para que su partido cambie de opinión en temas tan polémicos como el aborto o el matrimonio homosexual, un colectivo al que apoya desde su cargo actual con leyes como la de LGTBIfobia. Quien la conoce dice que "no se olvida de una cara" y que su cercanía es clave en su carrera política porque es una característica fundamental de su personalidad.

A sus 52 años, se ha convertido recientemente en la primera lideresa del PP de Madrid elegida directamente por la militancia. Además, ha sacado adelante sus segundos presupuestos y su Gobierno -apoyado por Ciudadanos- es un ejemplo de negociación continua sin poner en peligro la estabilidad de la Comunidad, un territorio al que se ha dedicado toda su vida: antes de ser presidenta del Gobierno regional, Cifuentes fue delegada del Gobierno en la Comunidad, miembro del Comité de Dirección, del Comité Ejecutivo, de la Junta Directiva Regional del PP de Madrid y también diputada en la Asamblea de Madrid durante más de 20 años.

Este largo currículum, que es otra prueba más de la validez de la presidenta autonómica, también se ha convertido en un contratiempo. Su tolerancia cero ante la corrupción en su mandato al frente de la región se ha visto perturbado tras varios informes de la Guardia Civil que la relacionan con las malas prácticas que su partido ha llevado a cabo durante los últimos años -algo acreditado por la Justicia-. Pese a esto, ha sabido reconducir la situación con una política de transparencia total, respondiendo todas las cuestiones a las que se le somete y demostrando el porqué, bajo su mandato, la Comunidad de Madrid se ha situado como la segunda región más transparente del país.

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