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Gallardón buscará dinero privado para la candidatura

Gallardón buscará dinero privado para la candidatura

Por David Canellada
miércoles 13 de julio de 2011, 00:00h
Tras anunciar que Madrid presentará, por tercera vez, su candidatura para organizar los Juegos Olímpicos, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha comprometido a no acometer nuevas obras hasta que en septiembre de 2013 no se confirme que la ciudad ha resultado elegida. Además promete "austeridad" y "mínimo gasto", por lo que tratará que la iniciativa privada costee la candidatura.
Austeridad, austeridad y más austeridad. Esa ha sido la palabra más repetida durante el anuncio de la que será la tercera aventura preolímpica de la capital. En un acto que ha despertado un gran revuelo mediático -con más de medio centenar de medios presentes-, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, se ha comprometido a que esta nueva candidatura olímpica tenga el menor coste posible para los madrileños.  Y, para lograrlo, el nuevo proyecto ha decidido abrir de par en par las puertas a la inversión privada. "Nos gustaría que la financiación privada fuese del 100 % -ha dicho Gallardón-, pero sabemos que eso es muy difícil, así que vamos a luchar para que la participación privada sea la máxima posible".

Acompañado de los portavoces de los dos grupos municipales que apoyan la candidatura -el popular Manuel Cobo y el socialista Jaime Lissavetzky-, el primer edil ha asegurado también que el presupuesto para Madrid 2020 se reducirá "al menos un 50 por ciento" respecto a los 40 millones de euros invertidos en la candidatura de Madrid 2016. "Estamos en crisis, y esa crisis no va a ser ajena a la candidatura olímpica -ha insistido Gallardón-. Pero nuestra obligación es mirar al futuro, y estamos convencidos de que habremos superado la crisis para organizar los mejores Juegos Olímpicos de la historia".

Y es que el alcalde sabe que el clima social con el que se van a encontrar estas nuevas aspiraciones olímpicas no tiene nada que ver con las dos 'corazonadas' anteriores. Por eso, los tres han querido dejar claro que, en esta ocasión, se trata de una candidatura 'de bajo coste'. Por eso, además de potenciar la entrada del capital privado, Gallardón se ha comprometido a no gastar ni un euro en infraestructuras hasta que el Comité Olímpico Internacional decida si, finalmente, convierte en realidad su sueño olímpico.

Eso será, en concreto, el siete de septiembre de 2013 en Buenos Aires. Será entonces -después de una primera criba en mayo de 2012-, cuando el COI dé el nombre de la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2020. "Tenemos dos años para terminar el 20 por ciento de las infraestructuras que nos faltan". Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la Villa Olímpica o el Estadio Olímpico.

Envueltos en un aire de optimismo, Cobo y Lissavetzky han insistido en vestir esta decisión -que deberá ser ratificada por el pleno municipal del próximo 20 de julio- como "un ejercicio de responsabilidad". "Después de valorar la situación actual y las experiencias anteriores, hemos decidido aceptar el desafío en vez de encogernos", ha subrayado Lissavetzky. En la misma línea, Cobo ha calificado este paso al frente como "la decisión más responsable que se podía tomar en defensa de Madrid y del resto de España. Lo irresponsable hubiese sido no presentarse", ha subrayado.

Pero el argumento del 'coste cero' no ha sido el único exhibido por populares y socialistas para justificar una decisión que llega en uno de los momentos más complicados de la economía española y que afecta de pleno a un ayuntamiento, el de Madrid, que acumula casi la mitad de la deuda de todas las capitales de provincia (7.008 millones de euros). Además, Gallardón, Lissavetzky y Cobo han hecho hincapié en las dos experiencias anteriores para dejar claro que esta vez, a la tercera, puede ser el momento para Madrid. Enfrente, la capital tendría como rivales a Roma y Estambul -que han dejado caer su intención de presentarse como candidatas- y a la ciudad sudafricana de Durban, que se está replanteando volver a la carrera tras haberlo desestimado en un primer momento.

Entre otras cosas, la candidatura para Madrid 2020 ha tenido en cuenta la reciente elección de la ciudad coreana de Pyeongchang como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno del 2018. De acuerdo a la norma no escrita que establece el cambio de continente, esta elección favorecería los intereses de la candidatura madrileña. "Si la sede de los Juegos de 2018 hubiese sido una ciudad europea, creo que no lo habríamos tenido tan claro", ha admitido el alcalde de la capital.

Pero esa no es la única 'regla no escrita' que da alas a Madrid 2020. Además, existe otra norma tácita que asegura que el COI suele premiar la perseverancia y la insistencia de los aspirantes. De hecho, también era la tercera vez que Pyeongchang presentaba sus credenciales para los Juegos Olímpicos de Invierno, una coincidencia que Gallardón ha convertido en 'corazonada'. "El COI ha lanzado el mensaje de que la perseverancia y la insistencia tienen premio", ha subrayado.

Este panorama, con gran parte de los deberes ya hechos, permitirá a la candidatura madrileña centrarse en convencer a los miembros del COI encargados de la decisión final. Y ese trabajo, según se desprende de lo anunciado este miércoles, ya estaría muy avanzado. "Yo de pálpitos y de apoyos no sé nada -ha matizado el ex secretario de Estado para el Deporte-. Yo quiero votos".

Otro de los temas claves de esta nueva candidatura olímpica era conocer la estructura del equipo encargado de impulsar Madrid 2020. Y es que, en las dos ediciones anteriores, Gallardón figuró como presidente de la aventura olímpica. Ahora, sin embargo, los rumores que le sitúan en un hipótetico gobierno popular si Mariano Rajoy llega a la Moncloa le obligarían a dejar ese cargo a mitad de camino. "La estructura se decidirá en septiembre -ha anunciado Gallardón-, pero el trabajo olímpico será dirigido por profesionales del deporte, y los políticos estaremos en nuestro sitio, apoyando a los profesionales".

Así las cosas, y tras el panorama dibujado por Gallardón, Lissavetzky y Cobo, parece que el principal enemigo para Madrid 2020 estará dentro de casa. Y es que ésta será la primera vez que el sueño olímpico no cuente con el apoyo unánime de los grupos municipales del ayuntamiento de Madrid, ya que IU y UPyD se han descolgado del proyecto apelando a la obligada austeridad en tiempos de crisis.

Un concepto, el de austeridad, que en un sólo día ha servido para justificar el apoyo y el rechazo a Madrid 2020. "La austeridad no es no gastar -ha señalado Cobo-, sino gastar de forma eficiente, y no se me ocurre mejor forma de gastar que en Madrid 2020".
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