Las actuaciones, que tienen un plazo de ejecución de 12 meses y afectan a dos kilómetros de vía, permitirán separar los tráficos urbanos que accedan al centro de Alcalá y los interurbanos propios de la de esta carretera que se dirigen a otras localidades como Loeches, Velilla de San Antonio, Villalbilla o Santorcaz.
De esta forma, los vehículos que se dirijan a estos municipios se desplazarán por la actual calle Iplacea, que pasará a ser vía autonómica desde la conexión ya existente con la M-300. Además, se remodelará creando un paso inferior en forma de pérgola elíptica hasta la glorieta de Teodosio. Mientras, los coches que vayan al centro se mantendrán por la M-300, que se convertirá en calle urbana.
En este sentido, Rodríguez explicó que esta carretera "por la que pasan diariamente casi 25.000 vehículos", había incrementado en los últimos años la intensidad, pero su remodelación producirá "mayor eficiencia de la gestión del tráfico, ya sean de corta distancia o interurbano".
Por su parte, el regidor complutense dijo que "de esta forma se garantizará la accesibilidad a la localidad y se dotará a ésta de mejores servicios". Además, no descartó, "una vez se vea el desarrollo de la infraestructura", hacer un paso subterráneo por debajo de la rotonda de Arganda, "que estaría financiada por el Consistorio".