Las protagonistas son ellas, las 15 mujeres que se han embarcado en las expediciones del Reto Pelayo Vida y las más de 500 que lo han intentado. Eric Frattini, creador de este proyecto, es el primero en cederles la visibilidad, pero en esta ocasión hace una excepción para reconocer él mismo la valentía de estas supervivientes a las que ningún desafío les parece inalcanzable.
En la entrevista con Madridiario, el periodista explica el germen de su iniciativa. “Vi una entrevista a una mujer que sufría obesidad mórbida y había pasado un cáncer muy agresivo. El oncólogo le pidió que intentase caminar y terminó corriendo las maratones de Nueva York, Londres y Boston”. Así fue como encontró la inspiración para sus retos una madrugada de marzo de 2015.
Después de tocar “8.500 puertas” varias empresas le brindaron su confianza. En septiembre de 2015 cinco mujeres subían el Kilimanjaro, el pico más alto del continente africano. Al año siguiente, otras cinco cruzaban el océano Atlántico en 13 días y 6 horas. En 2017, cinco “locas” más cogían sus mochilas rumbo a Groenlandia, donde durmieron sobre el hielo a más de 50 grados bajo cero.
El hábito deportivo es un requisito indispensable para formar parte de esta experiencia, que este año se traslada al Annapurna. “No te curas del cáncer porque hagas deporte, pero si llevas una vida sana te enfrentas al tratamiento mucho mejor”, explica Frattini. El mensaje del Reto Pelayo Vida es claro: “Del cáncer se sale”.