viernes 30 de noviembre de 2007, 00:00h
Compañeras... compañeros. Así gusta Marcelino iniciar sus intervenciones. Un Marcelino que recibió el pasado lunes el homenaje de sus CCOO en el acto convocado por la Confederación Sindical de CCOO en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la Castellana.
Un homenaje que se transformó en reconocimiento también a Josefina, como el reciente homenaje a Simón se transformó en homenaje compartido con Carmen. Porque sigue siendo cierto que tras cada gran mujer se encuentra un gran hombre.
Un homenaje organizado pocos meses antes de que Marcelino cumpla 90 años. En el año en que conmemoramos el 50 aniversario del nacimiento de CCOO. Porque aunque hay noticias de que algunas Comisiones Obreras aparecían en diferentes empresas todos hemos utilizado como referencia la mina de la Camocha y el año 1957 como lugar y fecha de la fundación de las Comisiones Obreras, tal vez porque fue la primera gran batalla que ganamos.
Pero si tenemos que elegir a alguien que represente el espíritu y la voluntad de ser de las CCOO, esa persona es Marcelino Camacho. De él hemos aprendido la pasión por la libertad. En los momentos más duros del franquismo en los que, aprovechando los resquicios de la Ley de Convenios y de las elecciones sindicales del vertical, CCOO ganaba la elecciones sindicales y se convertía en la obsesión del Régimen, que las ilegaliza e inicia la persecución de sus dirigentes.
Pasión por una libertad que hubiera sido imposible sin CCOO. Que fue irreversible tras el asesinato de los abogados laboralistas de la calle Atocha, en pleno conflicto del transporte en Madrid.
Aprendimos de Marcelino la vocación de unidad sindical de los trabajadores. Que un solo paso unidos y hasta una derrota en unidad vale más que diez pasos por separado y desde la división de nuestras fuerzas.
Aprendimos voluntad de autonomía, de responder sólo ante los trabajadores y tomar en cuenta sus necesidades y problemas.
Aprendimos solidaridad y lucha por la justicia y la igualdad.
Libertad, unidad, autonomía, igualdad. Ingredientes que hubieran servido de poco sin su honestidad personal a prueba de bombas. Los años han demostrado y hoy nadie pone en duda que Marcelino no miente nunca. Que la verdad ha sido su horizonte vital. Y todos lo sabemos.
Marcelino confiesa que ha luchado. Su vida es la historia de un compromiso con los trabajadores y trabajadoras que hoy es el compromiso de las Comisiones Obreras.
Como a Marcelino, como a Josefina, a estas CCOO ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar.
Marcelino y Josefina han recibido el sincero y merecido agradecimiento de sus CCOO.
PD: En el homenaje participaron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Gaspar Llamazares, Paco Frutos, José María Cuevas, Cándido Méndez, Antonio Gutiérrez, Nuria Rico, Agustín Moreno y el secretario general de la Confederación, José María Fidalgo. Aitana Sánchez Gijón presentó a los intervinientes; Pilar Bardem recitó un hermoso poema; Núria Espert interpretó “A galopar” y Luis Pastor, José Antonio Labordeta y Elisa Serna sembraron el escenario de canciones. José Saramago envió un mensaje de reconocimiento a Marcelino.
Patrono de las Fundaciones Abogados de Atocha y de la Sindical Ateneo 1º de Mayo
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