El martes que viene, día 26, comenzarán a funcionar los semáforos instalados en la A-5. Sin embargo, esta novedad no va a provocar que el Ayuntamiento reduzca, de momento, la velocidad en la carretera, que seguirá siendo de 70 kilómetros por hora.
En el proyecto, la bajada del límite permitido a 50 iba enquistada a este hecho, pero ha habido un cambio en los planes municipales. Tal y como ha asegurado la portavoz del Consistorio, Rita Maestre, se rebajará la velocidad “en las próximas fases”.
“Una modificación estructural demasiado tajante puede acarrear mucho tiempo”, se ha escudado la edil, que también ha confesado que el actual equipo de Gobierno tan solo va a poder dejar realizada la implantación de la primera etapa.
Esta instauración supone la puesta en marcha del radar de tramo -ya activado-, de los semáforos y de la instalación de un carril bus “que se va a pintar la semana que viene”.
Respecto a las demás actuaciones, Maestre ha asegurado que se realizarán “en los próximos meses”. En ellas se acometerá “una reestructuración más integral” de la A-5 que implica la puesta en marcha de pasos a nivel y la ampliación de aceras. “Son las mejoras que exigen los vecinos de la zona”, ha zanjado.