El Plan Director del Desarrollo del Sureste es una realidad. El Ayuntamiento de Madrid dio luz verde al mismo la semana pasada, cercenando a un tercio de lo planificado inicialmente el número de viviendas que serán construidas en la zona: de las 105.000 previstas se materializarán 38.705.
No obstante, el desbloqueo total de la operación no se hará efectivo hasta que se modifique el Plan Parcial de urbanismo, requisito sine qua non no podrán comenzar las obras. Para ello, esta hoja de ruta aprobada en una reunión en la que estuvo presente el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, será sometida tanto a la Junta de Gobierno como al Pleno municipal.
De esta forma se desencallará la primera etapa del proyecto, que abordará la edificación de cerca de 40.000 viviendas en el suelo de Berrocales y Ahijones, gran parte de ellas sociales. La finalización de esta fase inicial, a pesar de la intención del Gobierno madrileño de acelerar los trámites necesarios para reactivar la urbanización, no se espera hasta dentro de una década.
En cuanto a las Juntas de Compensación de Los Cerros y Valdecarros, también parte de estos desarrollos, su futuro es más difuso y estaría condicionado a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) por parte de la Comunidad, tal y como explica a Madridiario el responsable de Urbanismo y Vivienda de la FRAVM, Vicente Pérez.
División de opiniones entre propietarios y vecinos del sureste
El propio Pérez indica que “no existe una demanda real que justifique transformar en suelo urbano esta zona que debería preservarse como anillo verde de la ciudad”. Es por eso que los vecinos de Vicálvaro y Vallecas llevan meses manifestándose en contra del proyecto y reivindicando que Los Berrocales y Los Ahijones permanezcan como espacio natural, una suerte de "Casa de Campo del Sureste".
Sin embargo, el malestar vecinal no acaba ahí. El responsable de la FRAVM traslada el descontento con el Ayuntamiento por "no haber prestado suficiente atención a la opinión de las asociaciones vecinales". Asimismo, manifiesta la “indignación” de gran parte de los habitantes del Sureste de la capital por la concentración de vivienda protegida en sus distritos. Y es que el Plan Director contempla un total de 8.500 viviendas de integración social (VIS) dependientes del Gobierno regional. “Estamos de acuerdo en que son necesarias, pero el reparto no es equitativo”, señala.
Por el contrario, los representantes de las Juntas de Compensación de Los Cerros, los Berrocales y Valdecarros anunciaron el pasado mes de septiembre que los propietarios del suelo ejercitarán las medidas legales que procedan para defender sus intereses. Los portavoces destacaron la importancia de llevar a cabo los planes, ya que "reequilibrarían la ciudad", además de que frenarían la "alarmante" falta de vivienda pública. La disminución en el volúmen de construcción recogida en el Plan Director activará, de forma presumible, sus reivindicaciones.