Carmena ha explicado que se encontró en uno de sus paseos, recomendados por su médico para sus arterias estresadas, a un joven que le dijo que, cada vez que la escuchaba hablar, odiaba un poco más a una persona representante de la oposición, aunque no ha desvelado quién.
De esa persona ha dicho que es una "persona inteligente, agradable pero se pone el disfraz de político, de desconsideración, de la gracieta inútil, de cómico". "El Gobierno quiere hacer una política diferente, que nunca sea el de esa imagen de odio y descalifación", ha declarado.
En el transcurso de su intervención, la alcaldesa también ha tenido palabras para la concejala de Cultura saliente y futura edil de Igualdad, Celia Mayer. La ha descrito como una "compañera excelente", "buena gestora y buena persona". Carmena ha defendido que en política no sólo es importante la inteligencia sino también la "bondad" para añadir, a reglón seguido, que muchas de las imputaciones que se le han hecho a Mayer tendrían que habérselas hecho a ella por su responsabilidad con el equipo municipal.
Sí ha reconocido, hasta en dos ocasiones, que quizá la elección del exdirector del museo de San Sebastián, Santiago Eraso, no fuera la mejor solución para ponerse al frente de una parte de la estructura cultural de la ciudad.
Por otro lado, Carmena ha explicado que deben identificarse las necesidades teatrales dentro de lo que es Matadero. "Como sucede a veces, el resultado final no es el que deseábamos". Además, la alcaldesa ha asegurado que "se va a constituir una mesa de teatro para que haya una buena comunicación".