Los prelados consideran que esta ley supone un “ataque” a la libertad religiosa y de conciencia, así como el derecho a los padres de educar a sus hijos en sus propias creencias. Sin embargo, la presidenta de la Comunidad asegura que la Ley es “buena y positiva para acabar con discriminaciones y prejuicios”.
Por otro lado, Cifuentes ha querido recalcar que la opinión de estos obispos “no representa toda la posición de la Iglesia Católica”. “No se puede generalizar lo que son opiniones de dos personas con todo el estamento eclesial y de toda la iglesia”, ha asegurado la presidenta. La líder del ejecutivo ha aseverado que aplicará la Ley porque es un proyecto que nació como compromiso electoral del PP y que además cuenta con el apoyo de todos los partidos políticos.
“Nuestra sociedad es plural, nosotros no vamos a entrar en mayores polémicas porque lo que de verdad importa es aplicar la Ley. Este tipo de declaraciones no ayudan pero más allá de ello lo que la Ley pretende es acabar con situaciones que suponen una discriminación de facto”, ha dicho Cristina Cifuentes al ser preguntada sobre si se sumaría a las acciones judiciales emprendidas por distintos colectivos LGTB.
Por su parte, el consejero de Presidencia, Justicia y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha asegurado también que respeta pero no comparte la posición crítica de ambos eclesiásticos. Garrido ha defendido la Ley porque “solo pretende evitar que puedan ocurrir casos de discriminación”.