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Carlos Sánchez Mato.
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Carlos Sánchez Mato. (Foto: Kjell Salters)

Sánchez Mato: "Dejaremos la deuda de Madrid en 2.000 millones a final de legislatura"

Por Enrique Villalba
miércoles 18 de noviembre de 2015, 07:42h
Carlos Sánchez Mato (Madrid, 1970) es concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid. Atendió a Madridiario para iniciar una serie de entrevistas entre los grupos políticos municipales, relacionadas con los primeros presupuestos de Ahora Madrid en el Gobierno.

¿Todo lo que incluyen los presupuestos de 2016, incluida la deuda, es considerado como legítimo o hay cosas que aún deben pasar por el tamiz de la auditoría?
Lo que va en los presupuestos no son partidas que solo crecen un tres por ciento -la cifra que aumenta el monto global presupuestario-. Si tú agregas todas las partidas, encontrarás algunas que suben y otras que bajan de forma significativa. Una mirada consolidada del presupuesto no da una imagen fiel de lo que supone y de la ilusión que van a producir estas cuentas de 2016. Evidentemente, los ingresos crecen al mismo nivel que los gastos, y el esfuerzo fiscal de los madrileños se verá reducido, salvo para una absoluta minoría de ellos. Ese tres por ciento supone una agregación de muchas partidas. Considerar que son ilegítimas o legítimas, es una pregunta relacionada con la deuda que no tengo ningún problema en responder, pero cuando haces un presupuesto, haces una previsión de ingresos y gastos que cuenta con toda la legitimidad. Si hubiere cualquier partida que derivara en ilegítima o que no buscase el interés de los madrileños, cabría la posibilidad de que cualquier dijera que estamos haciendo un cálculo presupuestario legal pero que carece de legitimidad.En este caso, no soy yo el que tiene que decirlo, sino los madrileños.

No me refería a ese tipo de legitimidad, sino a la crítica que usted a hecho a determinados gastos e inversiones que se han hecho en el pasado y que, hoy día, condicionan sus cuentas, y por la que van a hacer una auditoría.
Si te refieres a obligaciones contraídas, estamos sujetos a contratos marco que regulan materias muy sensibles que estamos cumpliendo y que, alguno de ellos, los tengamos que dejar porque no seamos capaces de resolverlos. Hallo muchos aspectos del presupuesto que no está en nuestra mano modificar todavía porque nos vienen dados. Eso es uno de los elementos negativos: que haya ciertas ataduras que el Gobierno local se ve imposibilitado de modificar.

No van a acudir a deuda a largo plazo. Entroncando con la auditoría ciudadana y sus posibles resultados, y con los problemas con las agencias de 'rating' ¿esta decisión responde a una hipotética mala respuesta de los mercados?
Es más sencillo que todo eso. Lo he dicho claramente. Hay dos formas de abordar las políticas públicas. Nosotros optamos por una muy determinada, que es que las necesidades de los ciudadanos y las políticas públicas se financien con ingresos propios. Lo hemos defendido siempre, porque llevo viviendo y actuando en política desde que tengo uso de razón. Las políticas públicas se pagan con impuestos, con tasas y recursos propios. El planteamiento de la deuda nunca es positivo. En ocasiones puede tener sentido en determinados gastos. No es el caso del Ayuntamiento de Madrid porque tiene capacidad para financiar sus políticas públicas con recursos propios. Eso no tiene que ver con el análisis de la deuda absolutamente necesario que hay que hacer. Si esa fuera la estrategia, desde luego, lo haríamos de otra forma, si buscásemos algún oscuro designio de no pagar o algo así. No es eso lo que vamos a hacer. El Banco Central Europeo ha emitido un documento en el que dice que los bonos de ayuntamientos y entidades locales pueden ser susceptibles de ser adquiridos por el Banco Central Europeo. Tampoco nos interesa, ni nos es más agradable tener comprador de última instancia. Eso no quiere decir que haya que demonizar la totalidad de la deuda porque hay que estudiar las condiciones en cada caso, pero, si tenemos capacidad de financiar algo con recursos propios, al igual que cualquier familia, no necesitamos ayudas ajenas. No queremos vivir por encima de nuestras posibilidades, sino seguir fielmente los criterios de nuestro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que dijo que no había que gastar lo que no tenía. Eso es lo que está haciendo el Ayuntamiento de Madrid desde ahora y es lo que va a hacer: gastar lo que necesitan los madrileños con un planteamiento de obtener los ingresos fiscales necesarios para satisfacer esas demandas. Es lo que se llama principio de suficiencia fiscal. Las corporaciones del PP en el Ayuntamiento y la Comunidad han utilizado otro tipo de estrategia. La estrategia que ha situado a Madrid a la cabeza del ranking de los municipios más endeudados. Además, el pago de esa deuda ha sido a costa de las necesidades sociales.

Reducen el dinero que dedican a amortizar deuda ¿No es necesario seguir la senda austera del plan de ajuste?
Hay una primera disgresión. Parece mentira que se hable de austeridad por parte de personas que lo que han hecho ha sido multiplicar asesores en la estructura municipal, incrementar todo tipo de gastos suntuarios que he cortado de raíz... Por ejemplo, la anterior concejal de Hacienda y Economía -Concepción Dancausa- recibía de manera habitual y a un precio bastante alto 'catering' de la pastelería Mallorca. Ese tipo de austeridad ha sido falsa y ha dejado a los barrios sin determinados equipamientos y a la ciudad, en el peor momento, sin los recursos sociales que debería haber tenido. Sin embargo, ha acelerado el pago de una deuda que, desde luego, tiene muchas características de posibles ilegalidades y, por qué no decirlo, de ilegitimidades. El planteamiento no es que ahora no haya austeridad. Me parece una palabra preciosa pero no es esa austeridad la que hay que practicar. En el presupuesto de 2016 hay partidas que bajan considerablemente. Por ejemplo, la de arrendamiento de edificios baja doce millones de euros. Este área de Economía y Hacienda reduce su presupuesto en más de un 25 por ciento. Estamos hablando de que en determinadas cosas hay que gastar mucho menos y, probablemente, hay cosas en las que sobra dedicar determinados recursos. Hay otras partidas, fundamentales para que la ciudad funcione, se incrementan de forma considerable. Y ése es el elemento clave. No es que haya cambiado la prioridad. Estamos sumidos en una crisis económica de enorme magnitud que aún no se ha superado. Lo que pasa es que el Ayuntamiento tiene capacidad recaudatoria para poder hacer frente a las necesidades de los madrileños con una estrategia diferente a la aplicada por equipos de Gobierno anteriores. Y este ejecutivo está siendo un ejemplo de eso, porque se puede actuar de otra manera ante los mismos problemas.

¿Van a renegociar los tipos de interés de la deuda, aprovechando los que hay ahora en el mercado?
Podría decir que voy a realizar una estrategia agresiva de renegociación de intereses. Lo que ocurriría es que estaría adornándome en algo que no va a tener ningún efecto porque los anteriores equipos de Gobierno dejaron lastradas las cuentas con contratos derivados financieros o 'swaps', que ya hemos anunciado que estamos estudiando su rescisión. De momento, están suponiendo que todo lo que estamos ahorrando de gasto financiero, supondrán más pago en el futuro en 'swap'. Para entendernos, aunque tenemos contratos de préstamo variable a precios elevados, abaratarlos solo supondría pagar más dinero en 'swap'. Por lo tanto, nos han dejado también en la política financiera de amortización de deuda con las manos atadas. Los buenos gestores del PP que hablaban de austeridad y dedicaban uno de cada tres euros de los impuestos a pago de deuda, han colocado una cadena al cuello de todos los madrileños, en forma de pago de intereses y de capital. Y una parte muy importante de esos intereses son cláusulas suelo y 'swaps' que lo que hacían era obligar un tipo de interés mucho más alto del que ahora existe. Evidentemente, eso es algo, no solo reprobable, sino que tendría que hacer ruborizar al responsable de esa gestión.

¿Cuál es el objetivo de deuda que se han hecho de aquí a final de legislatura?
Vamos a dejar este ayuntamiento con una situación de deuda que se fijará en, aproximadamente, la mitad de la que tiene en 2015. El planteamiento previsto es que estemos en torno al 50 por ciento de los ingresos municipales en 2019. Nos hemos encontrado una situación en la que la deuda representaba en torno al 140 por ciento. O sea, de los aproximadamente 5.000 millones de deuda que tiene Madrid, vamos a dejarlos en 2.000 millones.

La presentación del proyecto de presupuestos ha generado un fuerte conflicto con el PP y Ciudadanos, que consideran que se han vulnerado acuerdos plenarios ¿Son vinculantes los acuerdos plenarios? ¿Se ha incumplido ese acuerdo? ¿Se puede incurrir en prevaricación?
Estoy ansioso porque vayan a los juzgados porque el cachondeo que pueden provocar va a ser total. Es un disparate de una magnitud incalificable. No nos importa dejarlos en evidencia. Evidentemente, no incumplimos ningún acuerdo de Pleno porque, precisamente, será el Pleno el que tenga que aprobar las ordenanzas fiscales y los presupuestos para Madrid. Me parece una pataleta de niño pequeño de los que pensaban que no teníamos capacidad de presentar unos presupuestos ilusionantes y que demuestran que se pueden hacer las cosas de otra manera. En el Pleno hubo una decisión como la bajada generalizada del IBI que contó con nuestra abstención porque consideramos que primero hay que mirar las necesidades y luego tomar las decisiones para cubrirlas. Una bajada al 99,69 por ciento de los recibos de IBI entendemos que es una bajada generalizada, y es muy difícil que se diga lo contrario. En todo caso, el Pleno, en una decisión posterior podría rebatir ese acuerdo previo, y será lo que ocurra en caso de que esos presupuestos vean la luz y sean definitivos, algo que, evidentemente, serán lo mejor que les puede pasar a los ciudadanos. No obstante, su excitación revela de parte de quién están estos dos partidos. Porque el PP se ha caracterizado por multiplicar casi por tres el recibo y ahora, cuando está en la oposición, considera que nuestra bajada no es suficiente porque no incluye un determinado número de recibos que son los de mayor valor patrimonial y que son los que merecen su defensa.

El PP habló con Ruiz-Gallardón de implantar un IBI social. Con las cuentas presentadas por Ahora Madrid, ¿Ahora Madrid ha conseguido la progresividad que se buscaba con este impuesto?
Ni mucho menos y lo dijimos en la presentación de los presupuestos. El IBI está mal configurado y no permite, por legislación estatal, que coloquemos tipos de IBI diferenciados en las escalas normales. Para entendernos, esta bajada del siete por ciento va a suponer que, a determinados recibos se les va a bajar dos mil euros, y a otros con menor nivel adquisitivo y mayor nivel de necesidad, quince euros. El IBI, tal y como está configurado, es lo más regresivo que existe. Nos vemos obligados a hacerlo así porque hay una atadura en forma de legislación estatal que nos impide hacerlo de otra manera, salvo en los tipos diferenciados del IBI, que no son a los de tipo residencial sino a los de otro tipo, que es la ventana que tenemos para dotar de progresividad al impuesto. Por otra parte, para el IBI social hemos previsto una partida para el apoyo por la vía del gasto a aquellas personas con necesidades evaluadas por los servicios sociales que puedan requerirlo.

El valor catastral es la clave que han utilizado para modificar tributos. Ruiz-Gallardón, antes de irse, aplicó una subida de las categorías catastrales de las calles. Sabiendo que se ha producido esta subida y que la ponencia de valores catastrales ha sido, a pesar de los colchones, muy agresiva, ¿no creen que utilizar este criterio de forma sistemática produce un impacto muy fuerte sobre el pequeño comercio, que es el que estructura el tejido económico y crea empleo?
La relación que tienen con el valor catastral estos tipos impositivos les va a suponer una bajada del recibo del siete por ciento. Es lo que va a ocurrir. La minoría que va a pagar un poco más son los grandes comercios que pertenecen a la franja de aquellos que tienen un mayor valor catastral -más de 800.000 euros-. Ya saben los pequeños comercios que no les va a tocar a ellos. Les va a tocar a los grandes negocios porque entendemos que es una manera de reequilibrar el esfuerzo fiscal que se está haciendo en esta ciudad para tenerla en las condiciones que todos y todas queremos. Creemos que Madrid merece más y mejor trato. Y por eso, en vez de dar hachazos fiscales a la gente de los barrios, tratamos de reequilibrar la situación. Evidentemente, no es la solución final para el desequilibrio pero va camino de ello. Y creemos que es algo que la gente va a entender. Cuando el PP y Ciudadanos nos denuncien, que está por ver, va a ser difícil que convenzan a los ciudadanos de que les ha subido el IBI cuando les llegue el recibo del año que viene y vean que ha bajado. La gente podrá hacer estadísticas y verá que les pasa a todos los de su casa y a sus familiares. Incluso le pasará al señor más rico del mundo, que pudiera vivir en Madrid y que tuviera una vivienda residencial porque a él también le bajará.

Está hablando del IBI. Yo me refiero a otros impuestos como el Impuesto de Actividades Económicas o la nueva tasa de recogida de residuos.
Eso es distinto. Los pequeños y medianos negocios están exentos del pago de IAE. Son solo los grandes establecimientos los que lo pagan. Lo que se ha hecho es resituar el coeficiente de situación de las calles y es a ellos a los que les afecta. Y les afecta de manera limitada. Simplemente, con reunirse con ellos estos partidos verían que si eso redunda en una mejora de la limpieza, adecuación del entorno, etcétera, va a beneficiar a esas empresas. Sobre todo a ellas. Es muy adecuado que contribuyan a ello.

Han bonificado al 90 por ciento el IBI a instituciones públicas de investigación ¿Hay organizaciones haciendo cola?
No, pero es una manera que entendemos fundamental para promover un modelo distinto al de una ciudad únicamente de servicios. Con todos los respetos a todos los oficios que este sector incluye, podemos ser más en nuestro posicionamiento internacional. Consideramos que una de las formas en las que podemos contribuir desde el Ayuntamiento es así.

Manuela Carmena coincidió con Ciudadanos en la pertinencia de que haya multas 'educativas' que no se cobren. Sin embargo, en los presupuestos se calcula un ingreso similar en este sentido ¿Van a subir las cuantías o van a poner más multas?
Tenemos que reconocer que somos unos inútiles. Llevamos cuatro meses en el Ayuntamiento y no hemos sido capaces de cambiar la filosofía de este planeta. Pero estamos en el camino. Por supuesto que pensamos en ese tema. Hay determinadas multas y sanciones, sobre todo, las dedicadas a actuaciones relacionadas con la limpieza y el tráfico, que consideramos que deberían tener acciones correctivas más que punitivas. Se está trabajando en esa línea. Pero si el presupuesto no se prepara en agosto, no se presenta en octubre ¿Quiere decir eso que no queremos tomar esa decisión? No. Me parecería maravilloso incumplir el presupuesto en recaudación de multas. Ojalá no recaudemos nada y no habría ningún problema, porque los incumplimientos generan también generan gastos. Porque no se produzcan los motivos para multar. O porque, produciéndose esos motivos, reconduzcamos el sistema para que lo que haga la gente sea pagar de otra manera, en especie, con cursos de reeducación o actuaciones sociales. Pero eso necesita un desarrollo normativo y legal que no nos hemos encontrado hecho. Sobre todo, tras plantear un diálogo social que promueva que estas acciones sean entendidas. Ese camino está haciéndose.

Aumentan los ingresos por terrazas y usos del espacio público ¿se aumentan las cuotas o se va a ser más permisivo?
La previsión es por las previsiones que hay encima de la mesa y que cumplen la legalidad vigente. Tenemos muy claro que el aprovechamiento de lo público sea a cambio de la oportuna remuneración. Creemos que no se puede abusar desde el ámbito privado del espacio que es de todos. No vamos a potenciar ese tipo de práctica, sino que existe una normativa vigente que, una vez cumplida, obliga al Ayuntamiento a autorizar, siempre que se cumpla la necesaria convivencia entre los vecinos y los establecimientos, y en esa línea estamos.

Tienen un plan de reducción de alquileres ¿A dónde van a llevarse el Área de Hacienda?
Aún no lo podemos decir. No obstante, la estrategia es reducir los alquileres del Ayuntamiento de los 50 millones anuales que nos hemos encontrado a una cantidad residual. Tenemos suelo y tenemos edificios suficientes para llevarlo a cabo de manera óptima. Y tenemos la voluntad de hacerlo. Está claro que no vamos a prolongar situaciones que solo han beneficiado, que sepamos, a los que han alquilado esos inmuebles a precios disparatados.

En cuanto a inversiones, el mayor gasto es en compra de suelo ¿por qué se compra si están en una estrategia de reducir activos?
Porque hay determinadas obligaciones que vienen derivadas de una arquitectura legal que nos obliga a adquirir determinado suelo calificado como de futurible uso público, siempre que los propietarios exijan en el juzgado que se les expropie. Esa es la tremenda realidad de una arquitectura legal que PP y PSOE no han sido capaces de modificar en el Estado y la Comunidad y que es vergonzosa.

Están anunciándose contrataciones que no se reflejan en los gastos de personal.
Muchos de esos elementos no figuran en presupuestos porque las ofertas de empleo público llevan tiempo. Tenemos, además, una limitación vergonzosa en cuanto a la reposición de trabajadores públicos que dejaría al Ayuntamiento de Madrid, si eso no se modifica, en una situación de pirámide demográfica invertida en un período de tiempo no muy largo. Nosotros no podemos cambiar la legislación estatal pero, aunque lancemos una oferta de empleo público, que la lanzaremos en breve, necesitamos cumplir unos plazos de ejecución. No obstante, si se reduce el capítulo dos del presupuesto, que se refiere a contratación externa, en cien y aumentamos el capítulo uno (personal municipal) en cincuenta, hemos hecho una buena operación. Eso no quiere decir que todo, pero lo que podamos hacer con recursos municipales será más barato y estará igual de bien hecho, o mejor. Porque no tiene sentido contratar a una empresa externa para hacer determinado software informático cuando podríamos gastar la mitad de recursos haciéndolo nosotros mismos con nuestro personal. Eso no hay quien lo entienda y es vergonzoso que se haya entregado ese pastel presupuestario a quienes quieren hacer negocio a costa de las administraciones públicas. Esa situación tiene que ver con una situación legal que dificulta mucho la contratación de personal público.

Marta Higueras denunció que se encontró partidas sociales que se quedaban sin gastar para pagar luego deuda. Hay un incremento importante de gasto social ¿Van a cubrir solo el gasto necesario para sostener el sistema o van a crear nuevas líneas de acción social?
El de 2016 es un presupuesto que estamos comparando con el que se realizó en 2015, no con el que se ejecutará. Por lo tanto, la subida va a ser mayor de lo esperado. Si lo miramos con respecto a 2014, la situación es todavía más grave. El PP utilizaba una táctica que no le ha salido tan mal porque ha sido el partido más votado: presupuestaba una cantidad y luego no la gastaba o liquidaba. Claro, en la foto de presupuestos quedaban bien o no quedaban tan mal porque las partidas sociales bajaban de todas formas, aunque no parecía que tanto. Ha habido un grado de incumplimiento muy elevado. Y si es malo el hecho de sobrepasar el presupuesto, también es extremadamente negativo el no ejecutarlo, porque denota que no se hizo un buen cálculo de las cuentas.

Anunciaron que el criterio económico ya no sería tan importante en la contratación pública ¿Eso supone que van a recuperar los porcentajes renegociados a los contratos ya firmados?
Decía mi abuelo que lo barato acaba saliendo caro. Un ejemplo claro era el de determinados servicios de los que se presumió que se abarataron y que luego se demostró que no se estaban prestando adecuadamente. Evidentemente, para comparar servicios, hay que comparar con otros lugares o situaciones. El análisis es que las consecuencias de estas decisiones han sido totalmente negativas. Tanto en los servicios prestados como en la calidad del empleo de los que prestan esos servicios. Al Ayuntamiento de Madrid no puede darle igual la situación laboral de los que le sirven, si queremos una situación más próspera, más vivible y con más capacidad para generar actividad económica. Este recorte ha sido dramático para mucha gente.

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