El operativo policial se ha desarrollado de forma urgente, dado que los integrantes de la célula, individuos muy imprevisibles en sus reacciones, presentaban indicadores de máximo riesgo, y se había detectado su voluntad plena de pasar a la acción y llevar a cabo actos terroristas. El grupo estaba perfectamente organizado y jerarquizado, y cada uno de sus componentes tenía designado un papel determinado.
El líder de la célula terrorista desempeñaba labores de captación mediante la difusión de los postulados y mandamientos del DAESH, controlaba la evolución de los mismos y desarrollaba métodos de formación de disciplina terrorista. Los otros dos integrantes asumían el papel de actores operativos, es decir, eran los encargados de realizar los actos terroristas, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado. En el momento de la desarticulación de esta célula terrorista, sus miembros se encontraban plenamente radicalizados y en una fase de total asimilación y compromiso del ideario terrorista, manifestando su plena disposición a cometer un atentado en la ciudad de Madrid.
Dos de los detenidos han sido arrestados en el poblado chabolista de la Cañada Real y el tercero en el barrio de Puente de Vallecas, según han informado fuentes de la investigación. Uno de ellos residía en la propia Cañada Real, en la zona perteneciente al municipio de Rivas-Vaciamadrid, y tenía fácil acceso a un mercado ilícito de todo tipo de armas, hecho que agravaba más la situación, informa Interior. El uso de Internet y de las redes sociales como medio de información y comunicación también era una constante en la actividad del grupo y labor principal de los detenidos con el fin de mantenerse informados de los avances y éxitos de la organización terrorista DAESH, además de obtener por este medio el material para sus actividades de radicalización. La operación, que continúa abierta, ha sido coordinada por el titular del Juzgado Central de Instrucción, Número 4, de la Audiencia Nacional, y por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Un "salto cualitativo"
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, considera que la operación antiyihadista llevada a cabo este martes en Madrid supone "un salto cualitativo" porque los tres detenidos no están acusados de adoctrinar y reclutar terroristas, sino que pretendían atentar en España. "Parecería que pretendían ejecutar las consignas que está dando DAESH para los territorios que consideran infieles, atentar de manera indiscriminada", ha dicho Fernández Díaz en una entrevista en la Cadena Ser.
El titular de Interior ha esgrimido que está decretado el secreto del sumario y no ha dado detalles de la operación, aparte de precisar que se trata de tres varones de nacionalidad marroquí con Número de Identificación de Extranjero (NIE), lo que apunta a que su estancia en España es estable. Tampoco ha precisado qué tipo de atentado estaban preparando, pero ha recordado otros perpetrados en países europeos en el último año, desde el asalto al semanario francés Charlie Hebdo al ataque en el Museo Judío de Bruselas, "desde ir con un cuchillo contra una persona a ir con un kalashnikov".
El ministro ha recordado que España está en alerta antiterrorista 4 (de un total de 5), lo que supone un riesgo elevado de comisión de actos terroristas, y ha cifrado en 171 los detenidos acusados de yihadismo en esta legislatura. Fernández Díaz ha asegurado que "la inmensa mayoría" de esos detenidos son procesados y la fiscalía pide para ellos prisión sin fianza por integración en organización terrorista.