Se dice que todos los que están en el mundo de la interpretación son muy maniáticos, que tienen su particular forma de llevar sus carreras profesionales. Algunos especializándose en unos papeles de donde es difícil sacarlos.
No es el caso de Mario Casas y menos cuando se pone a las órdenes de Álex de la Iglesia. Primero en “Las brujas de Zarragamundi” y ahora en “Mi gran noche”. Películas eminentemente cómicas “Yo me he reído de mí mismo siempre. La gente que me conoce y me ve en “Las brujas” o en mi papel de ahora como Adanne me reconoce. Porque siempre he hecho el payaso. Lo que pasa es que eso no se relaciona con la imagen que te dan a veces las fotos, un tipo de películas o la prensa, que te colocan en un sitio diferente. Pero yo me siento relacionado con personajes como éste. Me encanta reírme de mí mismo y hacer reír a la gente”.
Para colmo, se pasa toda la película con una peluca “Ha sido una experiencia maravillosa. Todos mis compañeros me decían que era un pesado porque en cuanto me la ponía me metía de lleno en el personaje”.
Y en la película, Mario Casas hasta se atreve a cantar “Yo solo he cantado en el karaoke, pero Mi gran noche la hemos cantado todos y alguna otra canción de Raphael. Él dice que le conocen cuatro o cinco generaciones y es verdad”.
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