Naranjo es un espacio de 250 metros cuadrados para la producción y difusión artística, compuesto por siete estudios individuales y una sala de exposición, en donde también se organizan eventos, festivales, talleres monográficos, streamings y conferencias. Tras ocho años funcionando, son conocidos en el distrito de Tetuán por dar cabida a nuevas expresiones culturales de artistas emergentes que tienen la posibilidad de dar a conocer su trabajo en este local.
Desde hace unos días, los responsables del espacio, vacían sus instalaciones para que no quede nada en su interior en el momento del precinto que se producirá en las próximas horas de este martes. Atrás quedan aquellos días en los que sus paredes acogían obras de arte, murales o cualquier expresión artística. Desde que recibieron la notificación del precinto del local, el director del centro, Andrés Montes, no ha cesado en esfuerzos para intentar conseguir que no cerrase, aunque el proceso, asegura, parece "inevitable". La falta de una licencia adecuada a la actividad de difusión cultural que realizan es el motivo por el que el Ayuntamiento ha tomado la decisión. Montes desconocía que esta autorización se hubiese quedado obsoleta permitiendo tan solo la utilización del espacio como taller de pintura artística. "Así comenzamos pero con el paso del tiempo fuimos incorporando exposiciones, talleres y coloquios. Ha pasado tanto tiempo que no entendemos por qué ahora nos cierran", añade.
Desde la dirección del centro intentan regularizar los trámites administrativos necesarios para abrir de nuevo sus puertas en el menor tiempo posible. De hecho, este martes han presentado la documentación necesaria para la solicitud de un recurso que les permita continuar funcionando como taller artístico hasta que arreglen la licencia que les permita desarrollar su actividad completa. "Nunca pensamos que necesitásemos otra licencia diferente", explica Andrés Montes.
Espacio Naranjo es una comunidad de artistas, escultores, fotógrafos, escritores, músicos, actores, y dramaturgos que un día decidieron compartir entre ellos su forma de vivir en este local sufragado por ellos mismos. "Somos independientes y compartimos el local que está alquilado a una consultora", cuenta Montes. Es un espacio destinado a la producción y difusión artística "con ningún afán recaudatorio ni comercial", explica. "No vendemos arte", insiste el director.