Madridiario ha tenido la oportunidad de adentrarse en el teatro Calderón de Madrid, inmerso en un proceso de profunda restauración. Las dos primeras fases de la misma están presupuestadas en casi dos millones de euros. El objetivo es recobrar la belleza exterior e interior de este imponente edificio de la plaza de Jacinto Benavente proyectado por Eduardo Sánchez Eznarriaga. Cumplirá cien años el próximo año 2017.
El proceso de reformas está siendo coordinado muy estrechamente por don José Tovhar y José María Rivera, de la propiedad del inmueble. Ellos siguen cada uno de los pasos que se han venido dando desde el pasado mes de diciembre. También Carlos Bofill, que ha estado en la gestión del teatro desde hace más de una docena de años, comprueba cada uno de los avances e intenta recuperar, en función de los objetos que se siguen encontrando, la decoración original. El proyecto de las obras ha sido redactado por el arquitecto Bernardo Godino.
Tras el andamiado de la fachada se procedió a su limpieza, recuperando el color prácticamente blanco de todo el exterior. Las cariátides y los numerosos adornos modernistas volverán a lucir con esplendor. Además se repondrá la balaustrada del piso principal, retirada tras el accidente de 1999. Para ella se han fabricado 18 nuevos grandes candelabros para la iluminación de los pisos principales. Sus noventa luminarias tendrán un sofisticado sistema que permitirá cambiar el color de la fachada. El torreón que corona el chaflán entre las calles de Atocha y Doctor Cortezo también está siendo restaurado y se repondrá una artística crestería en toda su circunferencia.
Estos días se trabaja en recuperar el dorado del vestíbulo central, en el que se han eliminado algunos tabiques que limitaban su capacidad. El suelo de los principales accesos será de mármol blanco. Las vidrieras de Maumejean serán igualmente restauradas y se eliminarán los toldos exteriores para disfrutar del juego de colores que proporcionan.
La sala requiere un tratamiento muy especial por su carácter monumental. En esta primera fase se pintará totalmente en blanco y dorado y se repondrán lámparas, reproducidas según las originales. Para otra fase queda la recuperación del espectacular fresco de la bóveda. En el patio de butacas se instalarán cuatrocientas nuevas butacas. Al escenario se le ha quitado el avance instalado en los últimos años y su embocadura también será restaurada.
Una novedad que resultará sorprendente para los nuevos espectadores, será la apertura de la terraza del edificio para actividades artísticas y de ocio en general. La terraza cuenta con escenario ya que en los años veinte fue muy común que los grandes cines o teatros tuvieran los tejados como escenarios veraniegos. La del Calderón se abrió al público en 1920. Si se obtienen los permisos necesarios, la terraza tendrá un funcionamiento independiente del teatro, pudiendo accederse a ella por un ascensor también independiente.
Si se cumplen los plazos de las obras actuales, los propietarios y la empresa asociada que programará el teatro, quieren reabrirlo el próximo mes de julio, cuando se cumplirá un año del cierre. Para esta reinauguración podría contarse con el espectáculo 'Stomp'.
Inaugurado el 18 de julio de 1917 con el nombre de Odeón, fue comprado por el Centro Hijos de Madrid, que cambió el nombre, llamándolo del 'Centro'. Fue finalmente bautizado como 'Calderón' en el año 1927. Tras el desahucio de la empresa Wonderland, el año pasado, se comprobó que el edificio quedaba en un estado lamentable, como denunció en repetidas ocasiones Madridiario.