El exterior del teatro Calderón, en la plaza de Jacinto Benavente, aparece totalmente andamiado. Parece que, finalmente, las obras para restaurar la monumental fachada comenzarán próximamente, una vez obtenidos todos los permisos municipales. La propiedad del inmueble recuperó hace pocas semanas el control tras el desahucio de la empresa Wonderland.
Cuando se cerró el teatro, a principio del verano, fuentes cercanas a los propietarios afirmaron que se harían obras y que con ellas se recuperarían algunos elementos ornamentales desaparecidos en las últimas décadas. Por ejemplo la hermosa balaustrada de piedra en el piso principal, que fue retirada tras el accidente de enero de 1999. También desaparecido algunos adornos en el torreón que articula la edificación y los monumentales candelabros que jalonaban el exterior del piso principal. No está previsto que se recupere el grupo escultórico proyectado en la cima de la fachada de la calle Atocha. En la fachada son también muy valiosas las artísticas vidrieras de Maumejean, que presentan un deterioro apreciable a simple vista, con la desaparición de algunos cristales.
El edificio, terminado de construir en 1917 fue obra de Eduardo Sánchez Eznarriaga y goza de la máxima protección en el Plan General de Ordenación Urbana.
La empresa deberá también analizar la situación del equipamiento interior tras las dificultades de los últimos meses.
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