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José Enrique Núñez: "No hay facturas en los cajones del Ayuntamiento"

Por Enrique Villalba
jueves 26 de junio de 2014, 07:30h
José Enrique Núñez (Madrid, 1974) es el segundo teniente de alcalde de Madrid, delegado de Seguridad y portavoz del Gobierno municipal y del Partido Popular en la capital. Atendió a Madridiario en este ciclo de entrevistas con los portavoces políticos en el Ayuntamiento relacionadas con el debate del Estado de la Ciudad que se celebra este viernes.
  • José Enrique Núñez.

    José Enrique Núñez.
    Kike Rincón

  • José Enrique Núñez, durante la entrevista.

    José Enrique Núñez, durante la entrevista.
    Kike Rincón

  • José Enrique Núñez, durante la entrevista.

    José Enrique Núñez, durante la entrevista.
    Kike Rincón

  • José Enrique Núñez, durante la entrevista.

    José Enrique Núñez, durante la entrevista.
    Kike Rincón

Ha pasado el tercer año de legislatura, ¿cómo está Madrid a estas alturas?

Creo que han sido tres años muy duros por la crisis económica y muy difíciles desde el punto de vista de las administraciones públicas. Creo que la alcaldesa apostó por cuadrar las cuentas públicas y generar la confianza necesaria para volver a invertir, como ya estamos haciendo, e incentivando la inversión para fomentar la creación de empleo.

Se han vendido economía y ajustes. Según la oposición, el dinero municipal se está yendo a pagar a los bancos y no a cubrir servicios que demandan los ciudadanos.

Con el dinero que estamos ahorrando, estamos cumpliendo la ley y pagamos las deudas contraídas por este Gobierno y los anteriores. Por otra parte, con el remanente de tesorería obtenido este año, estamos aplicando la política que ya ha comentado en varias ocasiones la alcaldesa: hoy día hay que hacer micropolítica pegada al ciudadano. Hay que trabajar en parques, aceras, alumbrado, etcétera. Porque el ciudadano ya no exige grandes obras que ya hicimos y que nos han permitido soportar mejor la crisis. Además, poder mantener la política social del Ayuntamiento con la capacidad inversora que tiene este Ayuntamiento sin haber cuadrado las cuentas, hubiese sido casi imposible.

Ese remanente, la oposición lo considera como recuperar solo una parte de lo pagado a los bancos para vender una política inversora con fines electoralistas.

Cada legislatura dura cuatro años. Si la oposición considera que lo que tenemos que hacer es no hacer nada hasta final de legislatura, está muy equivocada. Este Gobierno tiene pulso económico y político para hacer cosas por la ciudad y sus vecinos. Las políticas que aplicamos tenían un fin concreto: estamos bajando impuestos como el de vehículos y tasas como la de basuras. Va a haber proyectos que terminemos dentro de legislatura y otros que se extiendan más allá de ella. No es electoralismo. No nos duelen prendas en decirlo. Lo hacemos ahora porque lo podemos hacer gracias a los cambios que la alcaldesa impulsó y que están empezando a dar sus frutos.

¿La deuda ha bajado o ha subido?

La deuda ha bajado. No obstante, si las reglas del juego te las cambian a mitad de partido diciéndote que las deudas de las empresas hay que sectorizarlas, hay incrementos obvios. Lo que nadie puede negar es que hemos amortizado una gran cantidad de deuda, pero no solo a los bancos, sino, sobre todo, a muchas empresas que, gracias a que hoy estamos pagando a 30 días y no a 250 días como cuando llegamos, pueden sobrevivir, crecer y crear puestos de trabajo.

¿Hay facturas dentro de los cajones?

No.

¿Ayuda la concentración de empresas municipales a la hora de reducir deuda y de optimizar la gestión?

Todas las administraciones públicas estábamos obligadas por un mandato del Gobierno a maximizar la gestión y agilizar la carga administrativa. Entendimos que teníamos que eliminar gran parte del sector empresarial, aunque también nos obligaba la ley, para ser eficientes. Y eso hemos hecho, manteniendo los servicios básicos y fortaleciendo empresas como la EMT, fusionándola con Madrid Movilidad. Todo va encaminado a seguir prestando servicio al menor precio posible.

Para eso, están aplicando contratos integrales ¿Son rentables cuando aplican criterios de eficiencia que quedan al criterio del político?

Todos los contratos son absolutamente viables y al menor coste posible para los ciudadanos. Todas las familias han reducido sus gastos y lo mismo hace la administración.

¿Los contratos integrales hipotecan la labor de Gobierno del equipo que entre en 2015?

Todo equipo que entra en una administración sabe que tiene contratos suscritos por su predecesor. No hay que rasgarse las vestiduras por tener ya los servicios comprometidos. Es una forma de garantizar que el servicio se siga prestando con normalidad y para que los ciudadanos no noten el cambio que se produce al cambiar una corporación.

O sea, ¿que hemos pasado de un cortoplacismo a un largoplacismo?

No lo veo así. Los contratos de gestión son por una serie de años, algo que no es nuevo. Los contratos de limpieza viaria y jardinería, por ejemplo, siempre han sido a más de cuatro años vista. No hay diferencia con períodos anteriores. Otra cosa es que a la oposición le interese buscar ese punto de debate político.

También apuestan por la colaboración público-privada como sistema de desarrollo de infraestructuras ¿Hasta qué punto es viable cuando ya se está planteando la externalización de la gestión de barrios enteros por el Gobierno?

Lo que se busca es la colaboración en determinados ámbitos. No me parece mal que un grupo de comerciantes quiera engalanar mejor su calle o sus escaparates. No viene mal y es un éxito en otros países. Dicho esto, conviene diferenciar los servicios básicos prestados por la administración pública y los que pueden prestarse por este sistema público-privado. Por ejemplo, Barcelona siempre ha sido un ejemplo de esta colaboración gobernando la izquierda. Nosotros no lo criticamos allí donde lo hacen porque es una buena figura. Ellos lo critican aquí por ese doble rasero de la izquierda de criticar las cosas que hacen donde no gobiernan, aunque las apliquen donde gobiernan. Todas las políticas en Europa caminan en esa dirección, a todos los niveles de la administración. Todo lo que sea beneficioso para la gestión pública y para prestar servicio a los ciudadanos, bienvenido sea.

Hay muchos críticos con que el espacio público se convierta cada vez más en un espacio para obtener rentabilidad por parte de operadores privados.

La ampliación de superficies en elementos como las terrazas no es nueva. En Madrid, el sector servicios tiene un papel muy importante y la hostelería es un factor de cohesión urbana y de empleo clave en la ciudad. No obstante, hay que conciliar los derechos de todos los ciudadanos. En ese sentido, la mesura y el raciocinio permiten que las cosas funcionen. Creo también que dinamizar la actividad económica y el empleo es esencial.

¿Para cuando realizarán un plan industrial para Madrid?

El plan industrial está vinculado al plan general de ordenación urbana. Mis predecesores hicieron una labor ingente en la reserva de espacios dedicados a la industria y actividades relacionadas. Se hizo una política muy inversora en los polígonos industriales durante años. Se intentó dotarles de infraestructuras de comunicación y tecnología para facilitar el desarrollo de industrias de servicios y más especializadas, que son el objetivo que hay que buscar. Hay que entender que desde 2008, la industria se ha deslocalizado masivamente y ahora es cuando empieza a retornar esa capacidad de industrias españolas y extranjeras que apuestan por España.

¿Va a dar tiempo a terminar el Plan General de Ordenación Urbana antes de las elecciones?

El objetivo es acabarlo esta legislatura. Creo que es un instrumento esencial para la reactivación económica de nuestra ciudad.

¿El plan va a terminar con las enmiendas constantes al ordenamiento urbanístico y a las peleas urbanísticas en los tribunales?

Esperamos que el plan dé capacidad de recepción de proyectos de inversión, manteniendo todas las garantías que tiene que haber desde el punto de vista de la implantación de actividades y de cumplimiento de las normas constructivas, compaginando derechos residenciales con actividad económica. Hay que evitar dilatarse en la burocracia urbanística, muy farragosa en muchas ocasiones, para facilitar inversiones. Hemos vivido en esta ciudad situaciones en las que se ha paralizado durante mucho tiempo la implantación de determinadas actividades porque había que modificar el plan general. Porque si de algo adolece el plan de 1997 es de ser excesivamente detallista. No se puede reordenar entrando tan al detalle porque la casuística es infinita y provoca que se tengan que hacer innumerables modificaciones puntuales del plan general.

Se les acusa de hacer urbanismo a la carta y de no respetar el patrimonio protegido.

No hacemos cosa diferente a lo que ocurre en otras grandes ciudades. La voluntad y obligación de cualquier gobernante es fomentar la implantación de actividades económicas en la ciudad de la que es gobernante. Por ejemplo, la creación de la tienda de Apple ha generado 300 empleos. La obligación de la alcaldesa es facilitar esa situación lo más posible, dentro de la normativa. Eso no es hacer urbanismo a la carta, sino incorporar actividad económica a la ciudad.

¿A costa del patrimonio? Le pongo otro ejemplo, la manzana de Canalejas, donde arquitectos de prestigio están criticando que no se respeta el patrimonio protegido.

Lo que ocurre es que la comisión local de patrimonio está compuesta también por técnicos y miembros de distintos colegios profesionales. Los dictámenes favorables están avalados por estos expertos porque entienden que se pueden hacer cambios respetando el original.

¿Hasta qué punto presiones como la actividad económica o la creación de empleo son una presión para que esos técnicos acepten los cambios?

Hoy día está por encima la actividad económica y el empleo por encima del patrimonio, afortunadamente. Cosa que hace unos años no se hacía.

¿Hay debate sobre quién será el candidato popular a la Alcaldía?

La rumorología es gratuita en todos los partidos. El único partido que no repite candidato es Ángel Pérez. La alcaldesa ha manifestado muchas veces que no es momento de hablar de candidatos sino de los ciudadanos. Cuando llegue el momento, los mecanismos democráticos del Partido Popular permitirán tomar esa decisión. Mientras tanto, no sirve para nada ponerse nerviosos con especulaciones. Es un gran error extrapolar las elecciones europeas a unas municipales porque nunca ha habido ese reflejo de unas a otras.

De acuerdo, no lo extrapolo. Me fijo en la encuesta sobre candidatos del día 2 de mayo publicada en los periódicos, donde el PP perdía mucho terreno con Ana Botella.

Parto de la base en que las encuestas son una foto fija. Lo que está claro es que hay una cantidad importante de votantes del PP que en las elecciones europeas no han ido a votar. La obligación de todos los miembros de este partido es trabajar por recuperar la confianza de los ciudadanos como partido que ofrece una opción de estabilidad y gobernabilidad.

Más información:

Lissavetzky: 'La concentración de contratos municipales es democráticamente deplorable' | Pérez: "La bajada de impuestos es una gran mentira electoralista" | Ortega: "El Ayuntamiento gasta 100 millones al año en sentencias condenatorias"

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