Tras una semana de huelga de limpieza, las calles de Madrid van acumulando suciedad y basura. En este vídeo se refleja, la evolución de algunos puntos de la ciudad día a día.
Los barrenderos de Madrid llevan una semana de huelga indefinida.
El seguimiento ha sido masivo estos días y los piquetes han impedido que buena parte de los servicios mínimos, de entre el 40 y el 25 por ciento, salgan a la calle. A finales de la semana pasada,
la Policía Municipal comenzó a acompañar a los trabajadores para que pudieran salir. A partir de ese momento, algunos lugares consiguieron adecentar su aspecto.
Durante esta semana se han visto
montones de basura esparcidos, papeleras rebosantes y calles con más papeles, hojas y colillas de lo habitual en el suelo, más en las zonas céntricas que en los barrios. Desde el Ayuntamiento y la patronal han denunciado que son los propios trabajadores los que tiran basura y causan destrozos. Los sindicatos convocantes han hecho un llamamiento para contener los ánimos.
El Ayuntamiento asegura que es un problema entre patronal y trabajadores, pero la oposición y los sindicatos le recuerda que el origen del conflicto está en el
nuevo sistema de limpieza que entró en vigor en agosto. Los diferentes contratos se unificaron en cuatro, con un precio de licitación que suponía un ahorro del 10 por ciento, a lo que se sumó que las empresas hicieron ofertas a la baja para conseguir llevarse los lotes. De esta manera, las contratas han pasado de recibir 258 millones en 2007 a 145 a partir de ahora, es decir, que disponen de un 40 por ciento menos para mantener el servicio, según la patronal. Además, por primera vez,
el Ayuntamiento no exige a las empresas un número mínimo de trabajadores y recursos materiales, así que las empresas pueden compensar la pérdida de ingresos con despidos, como han propuesta tres de las cuatro empresas adjudicatarias, con
tres ERE para 1.144 trabajadores.