José Luis Gil hace un gran favor

Los dos personajes se encuentran en un bar durante una madrugada de Semana Santa. Dos hombres de caracteres totalmente opuestos, desconocidos entre sí. Humberto salió de casa a comprar pan para torrijjas. Charlie vuelve de desfilar en procesión, con el hábito de nazareno. Pero, como ocurre en la realidad, en la barra de un bar se cuenta a desconocidos cosas que no compartimos con los más allegados.

--Humberto, mi personaje -dice José Luis Gil- es un notario encerrado en su casa con su madre viuda. Ha llegado a la madurez en completa soledad. Entonces se encuentra con Charlie, un músico pasado de rosca. Al final son dos solitarios que encuentran una compañía lo suficientemente fuerte como para pedir un gran favor.

La acción se prolonga durante doce escenas, otras tantas noches de confidencias. Gracias al roce, los papeles se van invirtiendo. Siempre a un endiablado ritmo de comedia durante cien minutos.

Esta comedia es la primera colaboración entre Noriega y Muñiz para los escenarios convencionales. El proyecto surgió por el interés de José Luis Gil de seguir en el teatro, compaginándolo con la televisión. Y por el deseo de volver a trabajar con Mauro, con el que ya coincidió en 'Ser o no ser' y 'La fuga'. Escrita la comedia, los dos actores buscaron financiación privada para poner en pie el montaje. La dirección corre a cargo de Manuel Gancedo. Ahora los podremos ver de miércoles a domingo en esta casi centenaria sala de la Carrera de San Jerónimo.