.jpg)
El holandés se está convirtiendo por derecho propio en el mejor jugador de la Liga. Reparte juego y marca goles. No se puede pedir más. Y eso que, por lógica, su posición antinatural en la izquierda le debería restar protagonismo, pero los buenos jugadores lo son porque saben hacer fútbol en cualquier posición del campo. Sneijder lo borda y, junto a Guti, pareja letal donde las haya en el centro del campo, es el nuevo motor del Real Madrid.

El Villarreal quedó noqueado y con el 0-1 se fue al descanso. Los de Pellegrini salieron en el segundo tiempo dispuestos a lograr el empate (un disparo de Tomasson fue su mejor oportunidad) pero el Madrid apuntilló el resultado. De nuevo, Sneidjer. Una ejecución de falta perfecta convirtió a Viera en mero espectador de un golazo. Hasta Beckham envidiaría la precisión del holandés que remató el partido en el 47.
El 0-3 llegó poco después con un tanto de Van Nistelrooy tras un pase desde la derecha de Sergio Ramos y, a partir de ahí, el encuentro se convirtió en una lección del contragolpe de los blancos que sumaron dos tantos más en el electrónico de El Madrigal. Sneijder, de nuevo, y Guti, rubricaron la manita ante la parroquia amarilla que veía a su equipo incapaz de hacer algo contra el vendaval merengue. El Madrid, líder.
.jpg)
El empate del Atlético fue engañoso. El resultado, justo, fue consecuencia de la mala puntería de los rojiblancos que multiplicaron sus llegadas al área del Mallorca pero solo cosecharon como único premio el gol de Pernía a cuarto de hora del final. Era el empate al tanto que Güiza consiguió para los bermellones en el minuto 18 rompiendo una defensa de chiste que volvió a demostrar las mismas limitaciones que ya evidenció una semana antes en el Bernabéu.
El gol del Mallorca sembró de dudas el Calderón y eso afectó al Atlético que sentía en su estadio un ambiente y un aliento de miedo y nervios por un equipo que no parece cuajar en Liga. Pero nada más lejos de la realidad. En cuanto los madrileños empiezan a tocar el balón demuestran que tienen mucho peligro. Los de Aguirre se quitaron la presión tras el descanso y se fueron en tromba contra la portería de Moyá. El colegiado, Teixeira Vitienes, no vio un penalti al Kun Agüero que no desalentó a los locales. Contra un rival encerrado en el área y que sólo buscaba el contragolpe, el gol era cuestión de tiempo y llegó en el 77 gracias a Pernía. El empate era bueno pero el Atlético ya empieza a regalar puntos en casa y eso es una mala noticia.
.jpg)