Julián Ezquerra es el presidente del sindicato mayoritario de médicos de Madrid. Su organización lleva ya casi seis meses oponiéndose al plan que cambiará drásticamente el modelo madrileño de salud. Lejos de abandonar la lucha, cree que la 'marea blanca' está muy viva y pone en cuestión cómo afectará el cambio de modelo sanitario a largo plazo.
El otro día anunciaron un recurso judicial a las condiciones presentadas por la Comunidad para la privatización de hospitales.
Es una decisión que está tomada. Las seis organizaciones con presencia en la Mesa Sectorial de Sanidad [Amyts, Satse, Usae, CSIT-UP, CCOO y UGT] recurriremos los pliegos de condiciones, de forma conjunta, desde el momento en que sean publicados en el BOCM. Ya se está trabajando en ello, en base a los borradores.
La 'marea blanca' empezó en noviembre y desde entonces hay movilizaciones prácticamente todas las semanas. ¿No cunde el desánimo al ver que el plan inicial de la Comunidad sigue adelante, con poquitos cambios?
Todas las organizaciones que en este momento representamos a los trabajadores, las clásicas y las que se han ido creando al amparo de lo que supuso el plan de la Consejería, efectivamente estamos desde hace cinco meses en permanente conflicto. Estamos en la calle, estamos con encierros, estamos con procesos de huelga... esto supone que hayamos tenido un desgaste muy importante. Tanto cansancio como
el deterioro económico que que supone el respaldo de una huelga. Pero, aún así, no hemos desistido. El anuncio de los pliegos lo que ha hecho es reavivar el conflicto. Si alguien tenía pensado que íbamos a abandonar esta lucha, estaba muy equivocado. La gente está nuevamente motivada. Vamos a reactivar todas aquellas medidas de presión de manera contundente e inminente.
¿Cómo fue la reunión del lunes con la Consejería de Sanidad?
Fue un intercambio de reproches mutuos. A nosotros nos parece poco legítimo que a los representantes de los trabajadores se nos haga entrega de los pliegos más tarde que a la prensa y a decenas de organizaciones. Ellos querían hablar de los recursos humanos vinculados al plan y nosotros dijimos que como no éramos conocedores formales no podíamos entrar a hablar. Nos entregaron los pliegos, nos fuimos y hemos quedado este jueves para continuar hablando. Volvimos, eso sí, a manifestar nuestro rechazo a todo el proceso de privatización, reivindicando que no tiene sentido.
Sanidad insiste en que todo el empleo se garantiza. ¿Ustedes lo creen?
Inicialmente, por lo menos durante los primeros meses, las empresas se quedarán con todo el personal, porque sino es imposible hacerse cargo de un hospital. Luego ya dudamos mucho de que se queden con todos. Los pliegos no dicen por cuánto tiempo ni en qué condiciones se contratará. Bajo nuestro criterio esto es un pequeño engaño hacia la población y un intento por parte de la Consejería de sustentar su teoría de que toda la protesta se debe a una cuestión laboral. Aquí nadie está reivindicando mejoras laborales, estamos en conflicto porque nos oponemos radicalmente a un modelo de gestión sanitaria que abandone el sector público y se lo entregue a iniciativas privadas.
La Consejería dice que la calidad asistencial no se deteriorará, y que van a crear órganos de control para que así sea.
Eso han dicho, pero todavía no sabemos en qué consisten esos órganos ni cómo van a funcionar. En un papel se pueden hacer utopías estupendas, pero luego hay que ejecutarlas. Los anuncios son meras declaraciones de intenciones y ya sabemos cómo funcionan en este país las promesas de los políticos.
Los nuevos hospitales de Móstoles y de Torrejón, por ejemplo, nacieron con la gestión ya privatizada, ¿no funcionan bien?
De cara al usuario en principio no hay ninguna diferencia. Son hospitales que trabajan por y para el Servicio Madrileño de Salud (Sermas), eso nadie lo discute. El problema es que ese tipo de hospitales tienen que tener unos controles suficientemente contrastados que calculen cuál es la calidad que prestan. A nuestro juicio estos hospitales están suprafinanciados, tienen revalorizaciones anuales de la cápita y mientras, por la situación económica, a los hospitales totalmente públicos se les baja hasta un 10 por ciento. Para medir la calidad ellos solo utilizan lo que perciben los usuarios que, obviamente, si les han atendido bien será buena. Nosotros lo que queremos ver es cómo afecta a largo plazo a la salud y a la esperanza de vida un cambio en el modelo sanitario.
¿Qué proponen para ahorrar en sanidad?
El ahorro en el sistema sanitario público pasa, fundamental e inexcusablemente, por la participación en la gestión de los propios profesionales. En España tenemos una larga tradición de una politización exagerada de las estructuras directivas de los centros sanitarios. A los profesionales no se nos ha permitido jamás participar en la toma de decisiones y, sin embargo, todos los médicos sabemos perfectamente de dónde se puede ahorrar. Nosotros pensamos en ahorros a medio plazo, pero ellos piensan en el corto plazo, en las próximas elecciones.
¿Qué es lo más grave de todo el plan?
Lo más grave es que el sistema sanitario público se está poniendo en riesgo. Quieren poner a empresas al frente de un sistema que es la envidia del mundo. Yo no dudo de la legitimidad de las empresas sanitarias, en ningún caso, lo que no podemos entender es que los políticos desistan de su obligación de la gestión de lo público para entregarlo a empresas que no vienen a hacer obras de caridad, vienen a hacer negocio. Hacer negocio en el sector público sanitario significa o detraer recursos para los pacientes o detraer recursos para los profesionales. No hay otra posibilidad.
¿Quién quiere hacer negocio?
Yo no señalo a nadie. Es un modelo ideológico, un modelo de partido en el que parece que la iniciativa privada siempre es mejor que la pública. No voy a entrar en si hay alguien detrás o no. Entiendo que los políticos son serios aunque siempre haya golfos, corruptos y ladrones, pero no parece que sea el grueso del sector político. Los que harán negocio serán las empresas, no quiero pensar que detrás de eso hay otras cosas.
¿Cree que la Fiscalía debería investigar el proceso?
Sí. Creo que cuando hay indicios de que puede haber algo de eso se debe investigar y profundizar el máximo, hasta aclararlo. Cualquier sombra de duda que exista alrededor de este proceso lo único que va a hacer es generar más dudas y más problemas.
¿Por qué las cifras de ahorro que da Sanidad, según dijo usted mismo, son "una falacia"?
La administración sanitaria justifica las privatizaciones diciendo que se basan en un criterio económico, calculan que ahorrarán 200 millones. Nosotros decimos que es absolutamente falso, han sido incapaces de poner sobre la mesa un solo documento que avale eso. El consejero de Sanidad [Javier Fernández-Lasquetty] dijo que no sabía,
al día siguiente el portavoz del Gobierno [Salvador Victoria] dijo que 200 millones. ¿En base a qué? Que nos deje ver la documentación. Nosotros aportamos los datos contrarios, que no se va a ahorrar nada.
Afem ya ha convocado cinco nuevos días de huelga. ¿Se sumarán todos los sindicatos de la Mesa Sectorial?
La huelga es la mayor herramienta de presión que tenemos como organización sindical y, por supuesto, no descartamos que en un futuro cercano anunciemos nuevas convocatorias.