El teatro María Guerrero presenta, hasta el 7 de abril, la comedia política 'Transición', que tiene como eje la figura del presidente Suárez. A modo de biografía escénica –dejando, eso sí, la duda de si el protagonista es Suárez- Santiago Sánchez y Carlos Martín hacen un espectáculo didáctico y dinámico.
El texto de este repaso teatral a la transición política española es de Alfonso Plou y Julio Salvatierra. Partiendo de una anécdota, el ingreso en una clínica de un paciente llamado Adolfo y que dice ser el expresidente, se van desarrollando algunos de los episodios políticos que se sucedieron tras la muerte de Franco. Desde la elección de Suárez a la matanza de los abogados de Atocha, los actores van cambiando de personalidad, siguiendo las elucubraciones del posible Suárez. Los cambios de luz marcan las transiciones entre la ficción y la realidad del centro hospitalario. Solo en la última escena parece que se aclara la auténtica personalidad del paciente. En cualquier caso
siempre se observa un profundo respeto, y hasta admiración, hacia la figura histórica de Adolfo Suárez.

El montaje es sencillo y se basa en un trabajo vertiginoso del reparto,
complementado por unas difusas proyecciones con imágenes de nuestra historia más reciente. Siendo una época turbulenta, en escena no se cae en el dramatismo. De cuando en cuando asoman ráfagas de humor que hacen más digerible la acción. Cada uno de los episodios se representa esquemáticamente. Me queda la duda de si serán igualmente claros para los espectadores que no vivieron directamente la Transición como los que tenemos más de cuarenta años. Los que fuimos testigos sabemos de qué se está hablando en escena y por eso entramos inmediatamente en la ficción. Seguramente otro público más joven podrá aprender algo sobre esos años en los que fueron protagonistas sus padres y abuelos.
Hay un trabajo interpretativo conjuntado tanto en las situaciones clínicas como en las caricaturas de los personajes históricos. Solo Antonio Valero mantiene su única identidad en un continuo transitar entre la farsa y la decadencia. Plausible su interpretación. Para el desarrollo de la función precisan pocos elementos más. Este es un montaje heredero de aquellos recordados que hicieron Tábano o T.E.U. cuarenta años atrás. También nos remite a los Joglars primerizos, aunque los catalanes siempre fueron mucho más ambiciosos en el aparataje escénico.
'Transición' es una coproducción entre el Centro Dramático y empresas teatrales privadas en un intento de sortear los difíciles momentos económicos que atraviesan tanto el sector público como el privado.