Los últimos informes técnicos llevados a cabo en la ermita de San Antón, donde el pasado día 19 se desprendió parte de la techumbre que forzó su cierre, descartan el "peligro de derrumbe", aunque admiten la existencia de "deficiencias" que hay que subsanar, según informó este martes el concejal de Servicios Generales, Sixto Ortiz.
El edil pinteño mantuvo una reunión con los propietarios de la ermita, la Hermandad de San Antón, para estudiar la contribución del Consistorio a la reparación del templo,
muy dañado por las últimas lluvias y temporales, lo que generó "goteras y grietas" en varias zonas, según las denuncias.
El Ayuntamiento pinteño no descarta realizar una aportación económica, todavía sin determinar, para solventar los problemas de este templo. De momento, según Ortiz, se están estudiando cuáles son "las prioridades", "qué es lo que corre más prisa" y "cómo se puede contribuir".
La ermita, que data del siglo XVIII y que se levanta sobre una planta cuadrangular, permanece cerrada al público hasta que se subsanen las deficiencias detectadas. En el templo celebraba misa desde 2007 el colectivo de la parroquia de San José, que cerró sus puertas ante el mal estado de la bóveda, que, precisamente, el pasado día 21 sufrió un nuevo desprendimiento parcial.
Precisamente, sobre este derrumbe, fuentes del Obispado de Getafe aseguraron que "se están estudiando las posibilidades y contemplando opciones para arreglar la situación". Tras los incidentes en San Antón, que forzaron su cierre temporal, se ha dispuesto una capilla provisional en el sótano del centro par roquial de San José, situado en la calle Terreros.