Sida: estigma social y discriminación
Por
Ana Sánchez de la Coba
lunes 30 de noviembre de 2009, 00:00h
El 1 de diciembre se celebra en todo el mundo el Día de respuesta al VIH/ Sida. Desde 1995, la Agencia de Naciones Unidas para la enfermedad, ONUSIDA, ha propuesto diferentes lemas para este día y este ha elegido uno de por sí significativo: “No a la discriminación y exclusión” ¡Detengamos el VIH/sida! Mantengamos nuestro compromiso”.
Con este lema se pretende hacer un llamamiento a los países donde aún existen leyes que discriminan a las personas afectadas con el VIH para que las deroguen y también para que se cumplan los compromisos adoptados para proteger los derechos humanos, como la Declaración de Compromiso de VIH/sida de 2001 y la Declaración Política sobre el VIH/SIDA de 2006. Al mismo tiempo se quiere implicar a gobiernos e instituciones en la necesidad crucial de garantizar el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionado con el VIH.
Un informe presentado en estos días por ONUSIDA, indica que los contagios a nivel mundial han descendido en un 17% en los últimos ocho años y que el número de muertes relacionadas con el virus descendió un 10% en los últimos cinco como consecuencia del acceso a los tratamientos. Este descenso se debe en parte a la prevención, que sin duda es aún muy escasa y no está llegando de forma correcta ni equitativa a todo el planeta.
Sin embargo, la epidemia de VIH continúa siendo un importante problema de salud pública. Las estimaciones de ONUSIDA de agosto de 2008, referentes a 2007, revelaron que 33 millones de personas sufrían el VIH en todo el mundo, el 50% mujeres, siendo la vía de trasmisión sexual la más frecuente. África subsahariana sigue siendo la más castigada por la pandemia con el 67% de los casos. De los 2 millones de niños menores de 15 años, el 90% vive en África.
En la Comunidad de Madrid, existen 29.000 personas afectadas por el VIH, diagnosticadas. Uno de los problemas en nuestro país es que la detección de la enfermedad suele ser tardía, Es decir, mucha gente desconoce que es portadora del VIH. Por esta razón, el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales ha impulsado distintas campañas para que las personas que lo deseen puedan hacerse la prueba de forma rápida y en los centros de salud. Es fácil decir que el VIH/SIDA es un problema médico, pero sin duda, también es un problema social.
Desde que se identificó la epidemia en 1981, mucha gente ha usado el VIH como excusa para discriminar a personas con VIH: han sido despedidas de sus empleos, echadas de sus viviendas de alquiler, se les ha negado cuidados médicos, han sido abandonadas por amigos y familias, etc. La discriminación ha sido un síntoma y una consecuencia más.
El rechazo social relacionado con el VIH surge principalmente por el miedo y la ignorancia sobre la enfermedad, así como por la hostilidad y los prejuicios que existen sobre los grupos más afectados por ella (personas homosexuales, personas negras de origen africano, personas drogadictas, etc.) Por desgracia, el estigma no deja ninguna área de la vida intacta y el trabajo es una de las más castigadas.
Hoy sabemos que las personas con VIH pueden desarrollar su vida laboral con total normalidad, debido sobre todo a los grandes avances médicos, que han dado lugar a una nueva generación de medicamentos que, sin duda, han hecho del VIH una enfermedad crónica, alargado muchos años la esperanza de vida de las personas afectadas. Por todo lo expuesto, el VIH/sida no puede ser motivo de discriminación y sin duda en nuestro país es ilegal. La empresa no puede despedir, bajar de categoría o rehusar a contratar a alguien por ser VIHpositivo. Por ello, hay que denunciar y combatir estas acciones desde todos los ámbitos de nuestra sociedad. Sólo el trabajo nos permite una integración social real, digna y normalizada. Sólo con el trabajo podemos tener un proyecto de vida y llevarlo a cabo.
Ana Sánchez de la Coba
Secretaria de Política Social de UGT-Madrid
Secretaria de Igualdad de UGT Madrid
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