Entre otros motivos, la función principal de esta vitamina es la de ayudar y mantener en un estado óptimo tanto a nuestras neuronas como a nuestros glóbulos. Además de ser la encargada de fabricar el ADN de nuestras células y de evitar un tipo de anemia conocida como anemia megaloblástica. Un tipo de anemia que trae consigo los mismos síntomas que otros tipos de anemia más habituales como puede ser el cansancio, la falta de energía y la debilidad en todo el cuerpo.
Además de todo esto, debemos tener en cuenta dos aspectos fundamentales de esta vitamina: por un lado, la vitamina B12 solo se encuentra en los alimentos de origen animal y, por el otro lado, es una vitamina hidrosoluble o, lo que es lo mismo, es una vitamina que se disuelve con el agua por lo que es raro ver un exceso de vitamina B12 en el cuerpo.
De hecho, y pese a que también nos encontremos con casos de hipervitaminosis de vitamina B12 que requerirán de un tratamiento médico al respecto para revertir esta situación, lo más habitual en la sociedad moderna es justo lo contrario. Es decir, el déficit de vitamina B12, tanto en personas que consumen productos animales pero que no llegan a las cantidades diarias recomendadas y, en especial, en las personas que siguen una dieta vegana o vegetariana. Un grupo de riesgo en lo que respecta a esta vitamina que hace necesario que las personas que siguen este tipo de alimentación se tengan que suplementar para asegurar un buen estado de salud.
En ese sentido, es muy habitual ver cómo circulan todo tipo de mitos por Internet relacionados con las dietas veganas, vegetarianas y la vitamina B12. Una serie de mitos que fomentan la no necesidad de suplementar esta vitamina al decir que hay alimentos de origen vegetal que también nos aportan la cantidad diaria recomendada; nada más lejos de la realidad. Es más, si bien es cierto que existen alimentos aptos para veganos y vegetarianos que están fortificados con esta vitamina, como puede ser el caso de los cereales de desayuno, la cantidad total que nos aporta no será suficiente para cubrir nuestras necesidades por lo que la suplementación será necesaria.
¿Qué tipos de suplementos de vitamina B12 son los más recomendables?
Siguiendo con este tema, cualquier persona que necesite suplementar la vitamina B12 puede optar entre diferentes preparaciones. Tanto en forma de pastillas como de inyecciones así como dosis diarias o semanales. No obstante, dada su efectividad más que probada, lo más recomendable, fácil, cómodo y barato es suplementar esta vitamina de forma semanal.
Además de eso, debemos de tener claras las dos formas de vitamina B12 que nos encontramos para saber cuál es la mejor opción en cada caso:
- Cianocobalamina: la más recomendable, no solo porque es la forma que tiene la vitamina B12 en los alimentos sino porque es la más efectiva y barata. Además, si no hay problemas de salud que hagan necesaria otro tipo de B12, no tiene sentido no elegirla.
- Metilcobalamina: es el resultado de la transformación de la cianocobalamina en nuestro cuerpo. No obstante, y a pesar de que sea la opción óptima, solo se recomienda a las personas con enfermedades renales o a los celíacos para así asegurar la correcta absorción de la misma.
Por otro lado, otra forma de asegurarnos el consumo diario de vitamina B12 es por medio de los suplementos de vitaminas del complejo B. Unos suplementos que, al igual que ocurre con la vitamina B12, los encontramos en distintas variedades y formatos. Si bien es cierto que lo más habitual es recurrir al consumo diario de los mismos en forma de pastillas.
Por último, y a pesar de que una buena dieta y un estado de salud adecuados nos aportan las vitaminas que necesitamos, como ya hemos visto, en algunos casos será fundamental recurrir a los suplementos para asegurarnos de que estaremos dando a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesita. Sobre todo en el caso de las vitaminas del grupo B que están ligadas a numerosas funciones del organismo y cuyo déficit se traduce en todo tipo de enfermedades e incluso la muerte.