El Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Judicial de Leganés, donde sucedieron los hechos, descartó el acoso escolar como causa del suceso. Y es que a pesar de la nota de despedida a la familia en la que el niño decía "que no quería ir al colegio", los agentes no encuentran pruebas de 'buying' ni psicológico ni físico. Además, los padres tampoco tienen constancia de que lo sufriera y no han presentado denuncia por este asunto.
Por su parte, fuentes de la Consejería de Educación han explicado a Europa Press que el mismo miércoles que se produjeron los hechos en el barrio de Zarzaquemada, la Inspección educativa se dirigió al colegio del menor, en Villaverde, un centro concertado, y desde entonces el contacto es permanente.
Los primeros indicios, según la investigación, es que "no consta" tal acoso escolar, pero la Inspección no ha cerrado el caso. Ya han hablado con la dirección, los tutores y el profesorado del centro. Fuentes de Educación han añadido que a la Consejería ni a la Inspección ha llegado tampoco ninguna denuncia al respecto, y muestran su total disposición a colaborar en la investigación policial. Las mismas fuentes han explicado que no se descarta que el niño, que era muy inteligente, tomara la decisión "porque el centro y su entorno" se le quedara "pequeño". Pero, no obstante, tampoco rechazan la posibilidad de acoso escolar si bien el pequeño no había comunicado a nadie que tenía problemas en el colegio.
El menor, según relata El Mundo, se arrojó por la ventana el pasado 14 de octubre mientras su madre se encontraba en la ducha. También han explicado que el menor, que era muy inteligente, podría haber tomado esta decisión "porque el centro y su entorno" se le quedara "pequeño", ya que el niño no había mostrado en ningún momento tener problemas en el colegio. Sin embargo, la nota de suicidio llevó a pensar lo contrario en un primer momento.