El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ralentiza la obra del tercer túnel de la risa, que conectará por alta velocidad las estaciones de Atocha y Chamartín.
Tal y como avanzó
Madridiario, hace unos meses,
el Adif enfilaba la última fase de las obras, consistentes en la instalación de la catenaria del subterráneo, la electrificación y la señalización. Una inversión que asciende a 75 millones de euros de los 356 en que se valoró la obra.
Según explicaron fuentes de la entidad a ABC este martes, el gestor de infraestructuras ferroviarias ha reprogramado sus obras de AVE para adecuarse a sus necesidades inmediatas. Aunque consideran el túnel una infraestructura estratégica, los trabajos se ralentizarán, trasladando el fin de su ejecución a 2018.