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Social | |||
Un centro para resolver conflictos entre padres e hijos |
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Por Patricia Velasco | |||
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Las cifras de violencia entre padres e hijos siguen sin disminuir. Según la memoria de la Fiscalia General del Estado de 2015, 4.753 fueron los procedimientos que se abrieron en el 2014 frente a los 4.659 de 2013 y los 4.936 de 2012. Muchos padres no se atreven a denunciar a sus propios hijos porque les parece un paso difícil o simplemente tienen vergüenza en reconocer que están siendo agredidos por sus propios descendientes. Madridiario ha visitado Campus Unidos, un centro que ofrece otra alternativa: un tratamiento residencial para que los jóvenes puedan solucionar los problemas con sus padres y aprendan a convivir. |
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Este centro terapéutico residencial, gestionado por la Asociación GINSO, está especializado en la reeducación de adolescentes entre 12 y 18 años que tienen conflictos con sus progenitores y se ubica en el municipio madrileño de Brea de Tajo. “Todos los chicos que están aquí tienen un conflicto familiar que les impiden una convivencia sana”, comenta el director del centro Eduardo Atarés. “Los comportamientos de maltrato que tienen los chicos hacia los padres pueden ser verbal, verbal y psicológico, monetario, material o físico. No todos cumplen todo eso. El que más se da es el maltrato psicológico y verbal. Los físicos son los que menos se producen”, añade.
“Entré aquí engañado por la situación que sufría en mi casa. Mi padre no estaba nunca y yo hacía con mi madre lo que quería. La utilizaba para conseguir todo. Me aprovechaba de que ella era muy blanda”, afirma Alejandro, de 15 años (nombre ficticio). “Una situación que he sabido modificar. El centro me ha ayudado muchísimo. Ahora con mi familia todo bien. Llevo 7 meses aquí y creo que en 2 o 3 estaré en casa”, añade. El ingreso residencial del menor puede durar entre 9 y 12 meses con tratamiento psicológico individual y grupal y programas psicoeducativos. Con los padres se mantienen de 18 a 24 sesiones grupales y de 9 a 12 sesiones familiares. Una vez que se recibe el alta se lleva a cabo un seguimiento ambulatorio que dura 6 meses con sesiones individuales y / o familiares. La idea es que los jóvenes puedan volver a un hogar donde exista una convivencia normal. “Al principio lo ves como un hospital, pero a los 15 días ya es otra cosa. Sobre todo por la ayuda de los compañeros”, comenta Luis (nombre ficticio), de 17 años, que además de tener problemas con sus padres también los tenía con el alcohol. “Después te das cuenta de que sí que funciona. Llevo 11 meses y medio y todo los problemas que teníamos en casa los hemos solucionado. Estoy mucho mejor con mi familia y con mis amigos”, agrega.
Más información: Este programa de ayuda a familias en conflicto cuenta con un teléfono gratuito (900.656.565), la web www.recurra.com y la dirección de correo consulta@recurra.com. El tratamiento inicial se imparte en la sede central de GINSO (Cea Bermúdez, 66) y, en función de la evaluación, se determina si el menor requiere ingresar en Campus Unidos de Brea de Tajo. Además, Recurra cuenta con una red de expertos psicoterapeutas distribuidos por toda España.
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